36 años de vocación y amor por la educación
La docencia es una vocación que implica un compromiso y una pasión por transmitir conocimientos y ayudar en el desarrollo de los estudiantes. En el marco del Día del Maestro; -AIRE LIBRE FM- dialogó con Marta Vega, docente de gran trayectoria en la educación fueguina; quien ejerció la docencia durante 36 años; y aseguró que la transformación de la educación es responsabilidad de todos, no solo de los maestros.
Marta Vega es una destacada docente que ha dedicado 36 años de su vida a la enseñanza. Comenzó su carrera en el año 1980 en el Instituto Superior del Profesorado Gabriel Taborin, ubicado en la ciudad de Córdoba. Durante esos cinco años, tuvo la oportunidad de enseñar en diferentes niveles educativos, lo que le brindó una amplia experiencia y conocimientos en la educación primaria.
Luego, en 1986, decidió tomar nuevos rumbos y se mudó a la ciudad de Río Grande junto a su esposo y a su hija; una vez en la ciudad ingresó a ejercer la docencia en los colegios María Auxiliadora y Don Bosco, únicos privados en su momento.
Por otro lado, se refirió a la educación actual y expresó “estamos en un proceso, en un cambio, que la escuela tiene que modificar muchas cuestiones para poder adaptarse o allornarse a la realidad de lo que los niños y niñas y jóvenes piden hoy. Yo creo que la capacitación en el docente es fundamental. Las prácticas tienen que ir renovándose y tienen que fortalecerse en función del que más necesita. Darles la posibilidad, eso es lo que siempre nosotros trabajábamos con el equipo de gestión.”
“No todos tienen el mismo acceso a la educación, entonces es deber de la escuela el poder brindarle las posibilidades para una mejor forma de transitar. Y bueno, son diferentes tiempos, son diferentes momentos y hay que transitarlos. Hay que transitarlos no con la misma dinámica que hace 10 años, 20 años. No, la escuela tiene que transformarse, tiene que modificarse y dar nuevas oportunidades y nuevas experiencias a los niños.”
En esa misma linea, agregó “tenemos docentes comprometidos con la enseñanza y con el aprendizaje y bueno, y otros que lo toman de otra manera, pero yo creo que el que elige la docencia la elige como vocación. No podemos echarle la culpa a uno, es todo el conjunto. Todos tenemos que tirar por el mismo lado. Es decir, que no recaiga solamente la responsabilidad de la educación de los chicos en la maestra.”
Asimismo se refirió a las capacitaciones de docentes y manifestó ” Constante, para mí tiene que ser constante. Que no solo lo podemos pedirle al ministerio eso, sino que también nosotros, o sea, como institución poder generar espacios de reflexión sobre las prácticas, eso también es importante. Pero para que haya esos espacios se tiene que modificar otras cuestiones. Estoy hablando desde mi pensamiento de hace ya más de diez años que me jubilé. Hoy por hoy, no sé cómo estarán transitando, ¿no? Pero se tienen que generar todos los espacios como para que también la escuela pueda transformarse.”
“Me da la impresión como que cada vez que cambian nuevas autoridades en el Ministerio de Educación y lo que tienen que planificar y demás, creo que tendrían que también tomar las experiencias anteriores y escuchar, o al menos convocar a maestras o supervisoras que se han jubilado y que quizás tienen otra perspectiva, inclusive después de la jubilación, que tienen otra perspectiva de lo que puede ser la educación para mejorarla, qué se puede agregar. Me parece que falta esa consulta, es lo que me parece a mí.”
Por último, brindó un consejo para las nuevas generaciones docentes y expresó “Primero, amor por lo que uno hace. Creo que es en todos los aspectos de la vida. Sentirlo como un deseo y una vocación. Y después pensar que estás frente, en mi caso tuve niños, niñas y niños, o adolescentes, y pensar que tenías a una persona ahí y hacer empatía. Reconocerlo. Reconocerlo es verlo. Después, a nivel personal, la necesidad de capacitarse constantemente, buscando herramientas nuevas para esta nueva generación. No se termina con dar las clases, eso están totalmente equivocados, no se termina en el horario de aula. Se sigue trabajando en la casa, durante el invierno, verano, por más que nos digan que tenemos tantos meses de vacaciones, uno tiene la posibilidad de capacitarse constantemente. Para mí eso es fundamental.”