Exoneraron al Oficial de Policía que uso un patrullero en un caso de contrabando
El Principal Gustavo Orlando Franzen fue exonerado de la Policía de la Provincia, al ser considerada su actitud como una “falta grave” para la institución, ante el uso de un patrullero oficial en un caso de contrabando que fue detectado en mayo de 2014, en la zona de San Sebastián, causa por la que fue llevado a juicio oral, instancia en la que fue absuelto.
A través del Decreto 636/19, se procedió a aplicar la sanción de exoneración del Oficial Principal Gustavo Orlando Franzen, en orden a lo que establece el articulo 469, inciso r) del Decreto 2657/08, reglamentario de la ley de personal policial, el cual establece como “falta grave el hacer uso de fondos o bienes del Estado en provecho propio o de terceros”.
Asimismo, se aplicó que lo se establece en el artículo 470 del mismo decreto reglamentario, donde se consideran faltas graves “aquellas que por su naturaleza, las circunstancias en que fueron cometidas, su repercusión o trascendencia pública o sobre el servicio, y otras características merezcan tal calificación”.
El Principal Franzen fue procesado en una causa federal, por el delito de “Contrabando Agravado”, calificación que le valió por su condición de personal de la Policía de la Provincia. En la misma situación estuvo implicada Mónica Ojeda, una agente de la Dirección de Tránsito de la Municipalidad de Río Grande.
De todas maneras, cuando en abril del año pasado Franzen y Ojeda fueron llevados a juicio ante el Tribunal Oral Federal; los jueces consideraron que la conducta de los dos acusados no encuadraba en un caso de “Contrabando Agravado”, sino que se trataba de una simple infracción aduanera, que no ameritaba llevar adelante un proceso judicial, por lo tanto ambos fueron absueltos, en una sentencia que fue dictada el 27 de abril del año pasado.
De todas maneras, el Oficial Franzen quedó seriamente comprometido en el sumario administrativo iniciado por la Jefatura de la Policía, respecto al uso de un patrullero para llevar adelante un contrabando, por lo tanto, el expediente siguió su curso derivando en la decisión del Poder Ejecutivo de separarlo de la fuerza policial, aplicando la sanción de exoneración.
Antecedentes del caso
Gustavo Franzen y Mónica Ojeda actuaban en combinación cuando la mujer compraba mercadería en Punta Arenas (Chile) y la dejaba en la ruta cerca de la frontera, mientras que el policía la recogía y la ingresaba al país en la caja de un patrullero, evitando los controles aduaneros.
En uno de los viajes investigados, la mujer fue detenida y requisada. Si bien no le descubrieron ningún elemento comprado en Chile, ocurrió que minutos más tarde encontraron al oficial, quien cumplía funciones como personal destacado en el Paso San Sebastián, con la mercadería cargada en la caja del patrullero.
Cabe señalar que durante la audiencia del juicio, los dos implicados en el caso confesaron haber cometido el hecho. La agente de Tránsito dijo que tras ser atropellada en un incidente vial, mientras realizaba su trabajo en un control vehicular, estuvo dos años sin trabajar y con ello sin poder hacer horas extras que le representaban un ingreso importante de dinero, y que por eso comenzó a hacer “changas” trayendo mercadería de Chile para vender.
Por su parte el Oficial Franzen sostuvo que Ojeda era su amiga, y que participó de la maniobra porque “la veía mal” y porque “trató de ayudarla”. Ambos se manifestaron arrepentidos de lo sucedido.