Se impuso el nombre “La botera Ariela Saldivia” a la plaza en el barrio CAP
Este viernes se realizó en la plaza ubicada en la calle Portolán de Barrio CAP el acto de imposición del nombre “La Botera Ariela Saldivia” a ese espacio recreativo. La iniciativa surgió a partir de la inquietud de alumnos y alumnas del Jardín Nº 27 Botecito de Papel. Durante la ceremonia, el Director General de Inspección General del Municipio, José Díaz, entregó a las autoridades de esa institución educativa una placa en nombre del Intendente Gustavo Melella.
La Directora del jardín, Claudia Lanari, expresó que “hoy estamos aquí en este espacio verde que descubrieron hace dos años los alumnos de sala naranja del turno tarde, sección de 5 años promoción 2017. Por obra de esos alumnos y su maestra Soledad Robledo, este lugar pasó a ser un espacio público”.
“A partir de una actividad de aprendizaje nuestro jardín se había propuesto poner en valor el barrio donde habitamos, el primero de la ciudad. Para eso trabajamos con un proyecto institucional de reconocimiento del barrio, que hoy se convirtió en un proyecto de regionalización. Los chicos de sala naranja investigaron, encontraron este lugar y se cruzaron con Ariela la Botera, una antigua pobladora y trabajadora de este lugar”, comentó.
Asimismo, la Directora dijo que “Identidad, nombre y auto valoración se juntan hoy. Conocer donde vivimos significa conocer nuestra historia. Durante muchos años no hubo un puente que uniera las dos márgenes del río grande. Se cruzaba en bote cuando la marea estaba alta y Ariela hacía ese trabajo. Sabemos esto gracias al abuelo Juan Manuel Grini quien nos contó esta historia. También recibimos a la propia Ariela y a Carlos Buscemi quien nos facilitó fotos de muchos años y a Florencia Almonacid Montecino que nos mostró un vídeo de su abuelo”.
“Así nació esta idea de los alumnos de proponer en el Concejo Deliberante poner el nombre de Ariela a esta plaza, para que todos sepan siempre como eran las cosas en otros tiempos y quiénes lo hicieron posible”, indicó.
Finalmente, Linares subrayó que “hoy nuestro jardín escribe la historia de nuestra vida diaria. En el mismo lugar donde jugamos y nos recreamos también hacemos memoria”.
Por su parte, Ariela Saldivia quien estuvo presente en la ceremonia aseguró que “no tengo palabras para agradecer a los chicos, a las docentes del jardín y a las autoridades que hicieron esto posible”.
Visiblemente emocionada, Ariela contó algunas vivencias de los años en los cuales el único puente que unía las dos márgenes era el viejo puente colgante. “Cuando había mucho viento muchos no se animaban a cruzar y daban toda la vuelta en automóvil para ir al pueblo, algo que era muy caro. Pero apenas mejoraba un poco el clima, todos cruzaban en bote”, relató.
Finalizado el acto, los chicos disfrutaron un chocolate caliente y golosinas.