Historias y leyendas en los 99 años de la Ciudad de Río Grande
Río Grande se puede considerar el corazón de la tierra ona, conocida como Onaisin, Karukinka o Yark-Harvin que significa “Mi Tierra “. El 11 de Julio de 1921, a través de un decreto del presidente Hipólito Yrigoyen, Río Grande fue reconocida como una colonia agrícola. Esta creció rápidamente como puerto y centro de las estancias, siempre con una rica historia cultural y de trabajo.
En Octubre de 1886 una expedición comandada por Julio Popper descubrió el Río Grande. Fue bautizado con el nombre de Juárez Celman, en honor a quién por aquél entonces era Presidente de la Nación.
En 1891 le fue cambiado por el nombre de Julio Poper, pero debido a la popularidad que había tomado en la población, el nombre de Río Grande quedó como nombre oficial.
La instalación de la primera Misión Salesiana en 1893 es considerada como el primer antecedente poblacional de blancos, en la zona, la cual fué fundada por Monseñor Fagnano, funcionando en la actualidad una Escuela Agrotécnica.
Sus primeros habitantes se asentaron a fines del siglo pasado y provenían de la zona de San Sebastián. Eran operarios de las minas de oro que dejaron de explotarse en esa época. Treinta años después en 1921 se funda oficialmente Rió Grande. En 1949 se inicia la era del petróleo que genera una corriente migratoria que se complementó con las que se produjeron en las décadas del 70 y el 80 al promulgarse la ley de Promoción Económica que mediante exenciones de impuestos y subsidios radicó industrias y pobladores.
Llegada del Hombre Blanco
El 16 de Noviembre de 1883 la Santa Sede creó la Prefectura Apostólica de la Patagonia Meridional, nombrando administrador de la misma a Monseñor José Fagnano. Desde 1886 Monseñor Fagnano viajó reiteradas veces a Tierra del Fuego, y en 1893 elige la costa Norte para levantar un pueblo indígena, en nuestros días se conoce con el nombre de Misión Salesiana Nuestra Señora de la Candelaria.
La antigua edificación de la Misión se levantó en un lugar llamado Barrancos Negros (cerca del antiguo puente) sobre la margen izquierda a 50 m. del Río Grande, lugar al que los misioneros arribaron el 11 de Noviembre de 1893.
A los seis meses se trasladan más cerca del Puerto, al lugar llamado “Los Tres Chorrillos”. Allí se construyen espaciosos edificios para albergar a los indígenas. Cuando este pequeño grupo poblacional se encontraba establecido, un incendio destruye totalmente la parte edilicia, el 12 de Diciembre de 1896. Los Salesianos e Hijas de María Auxiliadora se trasladan a un nuevo lugar.
El 6 de Diciembre de 1897 la Misión Salesiana se traslada a su actual emplazamiento, en las cercanías del Cabo Santo Domingo a unos 12 Km. de la Ciudad de Río Grande. Fue misión indígena y escuela, convirtiéndose en 1946 en escuela agrotécnica.
Popper llega a la Isla Grande de Tierra del Fuego
Cuando se propaló la noticia de la existencia de abundante oro en Cabo Vírgenes (Estrecho de Magallanes) despertó en Julio Popper un especial interés. Todos pensaron en una oportunidad para obtener fortuna fácil.
El 7 de Setiembre de 1886 partió con destino a Punta Arenas en un buque inglés que abordó en la Ciudad de Montevideo.
Luego de una corta permanencia en Punta Arenas (Chile), efectuó el traslado de gente y equipo por el Estrecho de Magallanes hacia Puerto Porvenir y emprendió el camino del interior de la zona Norte, cruzándola en varias direcciones hasta alcanzar la costa atlántica, en la Bahía de San Sebastián.
En Octubre de 1886 descubrió un gran río: el Río Grande. Fue bautizado con el nombre de Juárez Celman, en honor a quien por aquel entonces era Presidente de la Nación.
Los estudios y observaciones que realizó fueron de gran valor. Fue él mismo quien se acreditó el descubrimiento de oro en la Bahía de San Sebastián.
A su regreso a Buenos Aires, conquistó a la sociedad porteña puesto que el Instituto Geográfico Argentino contaba entre sus miembros con los más destacados de la Nación. Solicitó una conferencia pública, realizada el 5 de Marzo de 1887 con palabras calmas y persuasivas y un muestrario bien dispuesto de fotografías, mapas, armas, utensilios indígenas y muestras de arenas auríferas traídas de Tierra del Fuego, despertando un inusitado interés de participación en la suscripción de acciones fundacionales de la Compañía “Lavaderos de Oro del Sud”.
Se hizo cargo de la empresa fueguina, se trasladó a Tierra del Fuego y en la zona Noreste de la Bahía San Sebastián, en un lugar que bautizó “El Páramo”, montó rápidamente un lavadero a gran escala.
Aislado de todo centro urbano y ante la inexistencia de bancos y casas de comercio, se hizo escaso el billete oficial ya que debió hacer frente al pago de los jornales. Frente a esa situación se le ocurrió la acuñación rústica de monedas de valor intrínseco.
Su afán ególatra se manifestó cuando estampó en las monedas como divisa, su inicial o apellido íntegro.
Las primeras estancias formaban primeros pueblos.
Los pioneros de la ganadería ovina convocados por el entonces Presidente Julio A. Roca, a fines de Siglo XIX, eligieron la zona Norte de la Isla Grande para establecer sus estancias. Esto se debía fundamentalmente a los buenos pastos, ríos caudalosos, costas marinas para la construcción de un puerto y la cercanía de la vía interoceánica del momento, el Estrecho de Magallanes.
Conforme crecía la población, fue necesario un poblado de abastecimiento y servicios. De esta forma Río Grande como todas las ciudades patagónicas, nace en forma espontánea y sin una fundación oficial.
El 11 de Julio de 1921 el Poder Ejecutivo Nacional firma el decreto publicado en el Boletín Oficial con el número 8.209, por el cual se crean en los Territorios Nacionales: los pueblos colonias agrícolas, pastoriles y mixtas que enumera, mencionando taxativamente en el apartado correspondiente a Tierra del Fuego “…colonia de Río Grande, sobre la margen de río de ese nombre…”
Algunos terratenientes como Nogueira, Menéndez y Braun, se repartieron la totalidad de los terrenos aptos para la ganadería extensiva, manteniendo un estado de grandes latifundios hasta la reforma agraria de 1925. Así la ganadería se convirtió, en sus comienzos, en uno de los pilares económicos de Tierra del Fuego.
Durante años funcionó un frigorífico modelo para el aprovechamiento de la carne y subproductos ovinos. Su administrador, John Goodall fue quien introdujo las especias de salmónidos en los ríos y lagos, haciendo posible que hoy en día las truchas de Río Grande sean reconocidas en todo el mundo.