Día 4: Hoy relataremos quien fue el “Chancho Colorado” y su protagonismo en estas tierras.
Mc Lennan, el Chancho Colorado se dedica a asesinar indígenas
El escocés Mc Lennan fue el brazo armado de los Menéndez ayudándolos a exterminar a las sociedades Shelk´nam que habitaban la zona norte de la Isla Grande de Tierra del Fuego.
Alexander Mc Lenann arribó a Tierra del Fuego como capataz de José Menéndez hacia 1886 (cuando éste estaba comenzando a consolidar sus estancias. De origen escocés llegó a la Patagonia por sus conocimientos en la ganadería lanar, y en ese contexto fue empleado como capataz.
La instalación y organización del espacio fueguino por parte de los estancieros implicó el alambrado de las tierras y por ende, se comenzó a limitar el espacio a las sociedades aborígenes que lo habitaban.
Los indígenas, fieles a sus costumbres ancestrales de cazadores pedestres, comenzaron a suplantar la caza de este animal – que había empezado a disminuir pues quedaban enredados en los alambrados cuando intentaban saltarlos- por la cacería de los “guanacos blancos” es decir, las ovejas.
De inmediato, los estancieros proveyeron de armas a sus hombres para que protegieran su mayor interés económico: el ganado ovino.
Mc Lennan fue el encargado de liderar estas “cacerías humanas” y de este modo, pasó a ser conocido como “El Chancho Colorado”. Su mirada sobre las bandas cazadoras fueguinas era que “… para civilizar, primero hay que educarlos; mejor es meterle una bala, se termina enseguida la historia”.
Tanto fue el poder que ejerció el estanciero Menéndez que impuso a Mc Lennan como Juez de Paz a cargo de la Comisaría de San Sebastián.
Su pensamiento fue consecuente con su accionar, el cual lo podemos encontrar en dos relatos que lo tuvieron como protagonista fundamental:
Uno de ellos está relacionado con “La Masacre en la playa de Santo Domingo”, cuando McLennan convenció a un grupo muy numeroso de Selknam a sellar – fiesta mediante- un acuerdo, por el cual los estancieros les dejarían de perseguir y les permitirían cazar guanacos en sus tierras. Avanzada esta reunión, donde corrió mucha bebida alcohólica y a la que asistieron las familias aborígenes a pleno – algunos relatos indican que contando mujeres y niños sumaban más de 300 shelknam- el Chancho Colorado ordenó a sus hombres (que estaban apostados en puntos altos del Cabo) que dispararan hasta no dejar ninguno vivo.
Y el otro acontecimiento, lo relata Garibaldi – descendiente directo de los Shelk ´nam- cuenta otra acción sanguinaria del Chancho Colorado: “En el Cabo Peñas hay un descanso de lobos, porque es muy desplayada . Hay peces y mariscos de muchas clases. Entonces, el Chancho Colorado puso una vez unos centinelas armados y cuando vino la marea alta, en una parte del acantilado del cabo los iban apretando y el que quería pasar para el lado de la gente le metían bala, así que las mujeres y los chicos se aglomeraron dónde estaba el acantilado y ahí los ahogaron a todos”.
Otra modalidad de exterminio utilizada por los estancieros fue pagar “por las orejas de los indios” pero al darse cuenta que muchas veces encontraban indios desorejados, comenzaron a pagar “una libra esterlina” por los miembros genitales masculinos y por los pechos de las mujeres aborígenes.
Todas sus acciones sangrientas, no le eran ajenas a los estancieros; muy por el contrario, su reconocimiento ha quedado evidenciado por un reloj grabado que Menéndez le obsequió.
Finalmente Mc Lennan desapareció de la historia fueguina. “El Cerdo Rojo encontró su castigo en el alcohol de su propio país. La familia Menéndez lo despidió porque estaba borracho día y noche. Él y su esposa Bertha se recluyeron en una cabaña de Punta Arenas. Murió de “delirium tremens” en Escocia.
(🎙) Aire Libre FM 96.3: