En Río Grande pusieron en marcha ‘Los puntos de cocina común’

Se trata de un programa donde 5 cocinas municipales se ponen a disposición de las emprendedoras gastronómicas para apoyar su producción. Se busca abaratar los costos y mejorar la inocuidad de los productos que llegan a los vecinos y vecinas riograndenses.

La Secretaría de la Mujer, Género y Diversidad, de manera conjunta con la Dirección de Bromatología del Municipio, dependiente de la Secretaría de Salud, pusieron en marcha por primera vez en la ciudad los “Puntos de Cocina Común”.

Esta nueva metodología pone a disposición de las emprendedoras gastronómicas riograndenses 5 cocinas municipales, con el fin de abaratar los costos para la elaboración de los productos y mejorar la calidad de los alimentos que se elaboran para la venta, brindando espacios monitoreados que cumplen con los requisitos higiénicos sanitarios.

Cabe destacar que la primera implementación de este programa se llevó a cabo en el marco de la segunda edición de la “Expo Mujer” que se desarrolló el pasado fin de semana, y que las distintas cocinas que actualmente están en funcionamiento son la de “Espacio Joven”, “Casa de Jóvenes”, la cocina del “Paseo Canto del Viento”, del “SUM de Chacra IV” y del “Centro Cultural Alem”.

Al respecto, el director de Bromatología del Municipio, Víctor Canalis, comentó que “el plan implica la incorporación de salas de elaboración comunitarias para feriantes”, y agregó que “la idea es poner a disposición espacios adecuados para la elaboración de alimentos de consumo masivo y evitar el uso de cocinas domiciliarias donde se llevan a cabo actividades familiares que quizá son incompatibles con la elaboración de alimentos para consumo y distribución masiva”.

“Los feriantes y elaboradores de alimentos tuvieron en esta primera instancia a disposición no solo la cobertura edilicia sino también todo el equipamiento gastronómico adecuado desde el punto de vista técnico y normativo”, continuó el funcionario, y destacó que “esta decisión del Ejecutivo Municipal es un hito y un gran paso adelante, no solo para el objetivo de la mejora de la salud pública, sino también para brindar lugares adecuados técnica y normativamente, y permitiendo un control periódico de la producción”.

“Esta metodología se incorporará de forma permanente en cada una de las instancias en la que el Municipio organice eventos que involucre feriantes elaboradores de alimentos”, concluyó.