DIA: 72 Ley 19640 y la radicación de fábricas

Hoy nos centraremos en la promulgación de la ley de promoción industrial, la 19640.
La provincia de Tierra del Fuego tiene un régimen industrial amparado bajo la Ley N° 19.640, conocido como “Ley de promoción Industrial”. Desde su creación en 1972, hasta la fecha, Tierra del Fuego tuvo ciclos industriales de crecimiento y estancamiento, lo que marcó el ritmo de la economía provincial, la evolución de las oleadas migratorias y la dinámica de la sociedad.

El 16 de mayo de 1972 se promulgó la Ley 19.640. La misma exime de impuestos nacionales a actividades u operaciones que se realicen, en aquel momento, dentro del ámbito del Territorio Nacional de Tierra del Fuego.
Con la aplicación de esta Ley floreció una actividad económica prácticamente inexistente en el territorio fueguino. Comenzando la década del ´70, la principal actividad de la zona era la que se dedicaba a la extracción de hidrocarburos y por su parte, la actividad ganadera se encontraba en franca decadencia. Río Grande solo había conocido la industria del frigorífico, que junto a aquella sufría una fuerte crisis. En este contexto económico desalentador, junto a una situación geopolítica conflictiva debido a tensos enfrentamientos con Chile, producto de desacuerdos limítrofes en algunas áreas de la Patagonia y en la zona del Canal Beagle, se promueve el desarrollo industrial acompañado de una política poblacional, cuyo objetivo fue la consolidación de la soberanía en los territorios más australes del país.

La primera industria que arribó a la isla a mediados de la década del ´70 fue Atma, su planta se ubicó en la zona céntrica de la ciudad, en la calle Luis Piedrabuena, entre la Avenida San Martín y Perito Moreno. Dicha marca se dedicó al ensamble de electrodomésticos.
Pero el verdadero auge industrial comenzó una década después de sancionada la ley. Empresas electrónicas, textiles y del plástico se radicaron en distintos puntos de la ciudad. Este crecimiento industrial fue acompañado de una migración masiva. Expulsados de su lugar de origen por la aguda situación socioeconómica que atravesaba el país, Tierra del Fuego era una verdadera isla, que escapaba de esta situación y atraía como un imán a la población del interior.
Finalizando los ´80 y comenzando la década de los ’90, ese oasis económico que caracterizaba a Tierra del Fuego, empezó a desaparecer y la isla ya se parecía al resto del territorio nacional. Con el cambio de rumbo económico, durante la presidencia de Carlos Saul Menem, la apertura del mercado y el Plan de Convertibilidad, la provincia recibió un fuerte golpe y una aguda crisis sacudió a la ciudad. Cierre de fábricas y desmantelamiento de la zona industrial, aumento de la desocupación, con el agravante que no existía otra actividad económica que pueda absorber a los miles de desempleados. Desolación y desilusión de su población que no encontraba un horizonte que le permita cumplir con sus objetivos.

Esta crisis impactó también, en los ingresos de las arcas del Estado Provincial y municipal; viéndose afectadas ambas economías. Incumplimiento de pagos de salarios, incapacidad para sostener y ampliar la infraestructura existente y un endeudamiento creciente los invadió.
Un tercer ciclo, a mediados de la primera década del siglo XXI, vuelve a reactivar la industria. Con más fuerza que los ’80, producto de una política nacional, que consistía principalmente en la protección de la industria nacional, a través del cierre de las importaciones.

La industria fueguina amplió los procesos de ensamblado, posicionándose en el sector grandes firmas. Básicamente, son tres las empresas que concentran la producción electrónica en la isla: Newsan, BGH y Radio Victoria. En esta etapa, la producción se centra en la fabricación de celulares, TV, LCD, netbook, notebook, tablets, aires acondicionados domiciliarios y para vehículos, entre otros bienes.
Un problema serio que tiene la industria fueguina, es la volatilidad y transformación de la tecnología y los cambios en los productos de consumo. Estas modificaciones globales son más rápidas que los cambios tecnológicos que practican en la industria local, lo cual sufre un desfasaje tanto en los costos de producción, como en la innovación tecnológica.

Con la política de Promoción Industrial, Río Grande pasó de unos 7000 mil habitantes en la década del ’70 a redondear los 100 mil habitantes en la actualidad. Aumentó drásticamente la superficie de las zonas urbanas. Río Grande, crece hacia el sur, y hacia el oeste. Nuevos barrios van surgiendo en forma autónoma o con intervención estatal.
La evolución de la industria dependió básicamente de la política local, de políticas impositivas de exención de impuestos, de apertura de insumos, de la protección industrial y cierre del mercado externo.


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