DIA 81: El cine Roca, su historia
En este día, nuestra historia se centra en el Cine Roca.
El viejo Cine “Roca”, junto a la confitería homónima, se ubicaba en pleno centro de la Ciudad de Río Grande. Por muchos años, fue el lugar de encuentro, de diversión y de pasatiempo de los riograndenses
Hacia la década de los´50 el Cine “Roca” era la única forma de acceder a una película, porque no se contaba con la televisión y mucho menos con los videos que conocemos hoy en día.
El cine fue fundado por Juan Antonio Fernández y su esposa María Jesús Apablaza. Juan era un español que venía escapando de la Guerra Civil Español y llegó a Río Grande con las primeras delegaciones de YPF; luego fue camionero trabajando con fardos y leña, y finalmente se dedicó al comercio del cine.
Aquí toda la familia Fernández trabajaba en las distintas áreas: en la venta de entradas, en la acomodación, como operadores y el bar del lugar.
En sus inicios la sala del cine era versátil, dado que no solo se utilizaba para proyectar películas, sino también se realizaban bailes con orquestas provenientes de Buenos Aires y festivales de boxeo. Al no tener butacas, las sillas se podían cambiar de lugar y realizar otros eventos. Pero cuando, la película que se iba a proyectar era “taquillera”, entonces, el público asiduo traía su propia silla y buscaba el mejor ángulo para disfrutar de una buena película. La sala no tenía calefacción y por ello, se debía encender un sistema a leña unas horas antes de comenzar la proyección de la película. El sistema utilizado consistía en prender el fuego en unos tachos de ocho lados denominados “octogonales”.
En sus orígenes el cine se ubicó en las instalaciones del Club San Martín, en la calle Perito Moreno. Un incendio dejo en ruinas el cine y sus alrededores. Años más tarde se trasladó al centro de la ciudad, precisamente a la calle Espora 647, junto a la Confitería homónima.
Juan Antonio Fernández se asoció a Roberto Wilson, conformando una sociedad de hecho. Las nuevas instalaciones contaban con butacas y nuevos equipos de proyección. Luego Wilson le vende su parte a Juan Andrés Fernández, el hijo de su socio. Con el auge del petróleo en la República Argentina, desembarca en el norte de la isla la compañía norteamericana Tennesee. Fue a fines de la década del ´50, cuando el boom petrolero cambia la vida cotidiana en Río Grande en todas sus dimensiones. Este explosivo desarrollo de la actividad petrolera, además, acarreó un aumento significativo de la población y entre ella personal extranjero de la compañía. Este crecimiento socio-económico contribuyó al auge del cine. La nueva población buscaba espacios de ocio y esparcimiento y el cine era uno de esos escasos lugares. Usualmente los americanos que trabajaban en la Tennesee eran habitué del cine Roca, contando con la posibilidad de ver películas en su idioma original.
Otra característica del cine de aquella época, pero que por su ubicación geográfica, bien al sur, la situación era muy particular con respecto a otras salas cinematográficas del país. Como Río Grande era una pequeña ciudad, las películas que se proyectaban eran las mismas que se pasaban en las salas de Comodoro Rivadavia y de Bahía Blanca. Las cintas eran transportadas desde Comodoro Rivadavia, por medio de las dos aerolíneas que existían en ese momento.
Ingresando en la década del 1990 el cine comienza a sufrir una profunda crisis, por un lado por la competencia de los nuevos avances tecnológicos de uso hogareño como el video VHS, la TV y el video por cable, sumado a la continuidad de la dependencia con Comodoro Rivadavia y Bahía Blanca, un sistema obsoleto para los tiempos que corría, impidiendo la proyección de estrenos en el mismo momento que en otras ciudades.
De este modo, concluía la vida física del Cine “Roca”, que contaba con equipos de última generación y nuevas butacas, que fueron trasladadas al cine Packewaia de la ciudad de Ushuaia.
Finalmente, el cine “Roca” cerró sus puertas y apagó sus luces el 7 de agosto de 1991. El último film que se pudo disfrutar fue “El Oso”, una película de 1988, de estilo familiar, de aventura y drama, apta para todo público, dirigida por Jean Jacques Annaud. Hoy Río Grande cuenta con dos modernas salas cinematográficas, ubicadas en Perito Moreno y 9 de Julio, pero en la menoría de los riograndenses seguirá viva ese típico cine de pueblo patagónico. El cine se llevó recuerdos, vivencias, experiencias que solo vive en aquellos que conocieron al “Roca”.
(🎙) Aire Libre FM 96.3: