Una historia única, cómo fue el primer nacimiento en la Antártida

Este lunes se desarrolló en Río Grande la charla denominada “Vivencias de un gendarme en la Antártida: Registro de nacimiento del primer primogénito en el continente blanco”. Estuvo a cargo del comandante general (r), Pablo Pérez, único gendarme que prestó servicio en la Antártida, quien habló con AIRE LIBRE FM y recordó detalles de ese histórico acontecimiento.

La charla fue en el Escuadrón de Gendarmería, ubicada en Belgrano y Perito Moreno, y Pérez comenzó señalando: “Le quiero comentar que en el año 1978, el día 7 de enero más precisamente, nació el primer ser humano en la Antártida. En la base de Ejército Esperanza, el niño Emilio Marcos Palma, hijo del capitán Jorge Emilio Palma y su señora esposa María Silvia Morelo. Para hacer un poco de historia sobre el caso, le digo que yo fui integrante de esa dotación de la base de Ejército Esperanza, que habíamos llegado a fines del año 76 para invernar todo el año 77. O sea que al final de nuestra estadía se produjo este hecho, en función que el relevo de nuestra dotación se efectuó con el primer contingente de familias que iban a vivir a la Antártida”.

“Realmente fue una experiencia muy especial para todos los integrantes de la dotación, que éramos relevados y a su vez los que llegaron -sostuvo el entrevistado- en medio de toda la actividad cotidiana, había un clima de mucha expectación por lo que iba a suceder, porque la fecha probable de parto era más o menos los primeros días de enero. En noviembre, a fines de noviembre, había arribado el contingente de familias y entre ellos está constituida por el Capitán Palma y su esposa, que llegaba con casi el octavo mes de embarazo. Entonces, a partir de allí ya se generaba todo, como dije, un clima de expectativa, de una suerte de ansiedad, ¿no es cierto?, de lo emocional, porque era algo muy especial en un lugar también muy particular”.

Detalló Pérez que hay que tener en cuenta “que iba a ser el primero, ya que en la historia antártica no se había producido ningún alumbramiento, ningún nacimiento con anterioridad. Creo que en una base norteamericana había una científica que había cursado un embarazo, pero que próximo a dar a luz fue evacuada a los Estados Unidos para que naciera el bebé. Así que, insisto, en cuanto a que la experiencia fue realmente muy especial.
Voy a comentar una anécdota en cuanto a las circunstancias que rodearon el caso.
El Comando Antártico de Ejército había previsto que para esa oportunidad estuvieran presentes el jefe de pediatría y el jefe de maternidad del Hospital Militar Central, que eran los tenientes coroneles Sanzol y Mayor Esquiabo. Ellos embarcaron en un Hércules de la Fuerza Aérea que debían aterrizar en Marambio y desde allí con un Twin Otter que aterriza en el glaciar Buenos Aires, próximo a la base Esperanza, para estar presentes. Pero, como muchas veces ha pasado, las condiciones meteorológicas adversas no permitió que el Hércules pudiera aterrizar en Marambio”.

El relato continuó apuntando que “después de un tiempo prudencial de sobrevuelo y al no poder aterrizar, tuvieron que regresar al Río Gallegos. Allí se embarcaron vía terrestre hasta Ushuaia y aquí los embarcaron en un buque de la Armada, el aviso Guruchaga, que es un barco muy pequeño, para cruzar el Drake.
Y fue realmente una experiencia para ellos muy fuerte, porque en comunicación radiofónica con los médicos que estaban atendiendo el parto el día 7 de enero, el mayor Schiavi les dice, espero que el parto que ustedes están atendiendo allí sea mejor que el que nosotros estamos teniendo aquí en el barco. Refiriéndose al baile, entre comillas, que estaban teniendo en el Drake con esa pequeña embarcación de la Marina”.

Por último, planteó que no llegaron a tiempo para el nacimiento, sino dos días después: “Lamentablemente fue así, porque no hicieron tiempo. La navegación no les permitió llegar a tiempo. El médico de la dotación saliente, teniente 1ro. médico José Luis Cobelli, que invernó conmigo, y el médico de la dotación entrante, el teniente 1ro. médico Carlos Alberto Galcerán, fueron quienes atendieron el parto. Gracias a Dios el nacimiento fue normal, no hubo ninguna complicación, porque eso era un riesgo que se corría, ya que si se hubiera presentado alguna dificultad, no había posibilidad de una evacuación rápida y segura”, concluyó, sobre este magnífico recuerdo del primer nacimiento en la Antártida Argentina.
(🎙) Aire Libre FM 96.3: