Joven fueguino fue seleccionado para trabajar en la Antártida

Rodrigo Fornerón tiene 24 años y ha sido seleccionado para viajar a la Antártida, donde va a desarrollar sus conocimientos de técnico electrónico. Irá como apoyo científico. Efectuar reparaciones en los laboratorios y controlar que los datos de cada instrumento funcionen correctamente. Este joven fueguino técnico electrónico, habló con AIRE LIBRE FM.

Fornerón trabajará en la base Belgrano II, de la Antártida. Ha pasado por diferentes etapas de selección y su objetivo principal es aprender y contribuir al entorno científico, así como fortalecer la soberanía en la región. Ha sido seleccionado junto con otros 8 compañeros y tiene que prepararse para las extremas condiciones climáticas del lugar. Su viaje está programado para el 28 de enero.

En la entrevista dijo que “soy técnico electrónico, estoy estudiando en la Facultad de Córdoba. Y la propuesta apareció porque todos los años, lo que es el Instituto Antártico, presenta una convocatoria abierta para electrónicos y técnicos en sistemas. Una vez nos inscribimos, ellos nos comunican, nos hacen rendir un examen, y en base a la calificación del examen, se procede con el resto de etapas, que son psicológico, psicofísico…
El primero en verla fue mi viejo, que me dice, mira, ¿te interesa? Y yo le digo, uh, bueno, era joya, porque una experiencia de ese tipo, más por el tema curricular mío, para el futuro. Y bueno, a ver, me presento y me gusta la idea, y bueno, me inscribí a ver qué pasaba.
La convocatoria arrancó en abril, se rinde el primer examen teórico, y bueno, durante el resto del año, fuimos de forma presencial a Buenos Aires, teníamos que hacer los estudios psicológicos, psicofísicos, y una vez que nos daban el OK, nos presentamos los últimos dos meses a realizar una capacitación, que es donde se explicaban los proyectos que iban a ver en la base”.

Luego explicó que el trabajo “que vamos a hacer allá es dar apoyo técnico a los científicos. Vamos a mantener el laboratorio en condiciones, que los equipamientos estén funcionando, que los datos se manden, en caso de que algo falle, bueno, solucionarlo. Somos encargados de los laboratorios científicos, justamente. La labor será por un año, pero de ahí dependen también las fechas del buque, de los barcos que nos lleven y todo, porque por ahí se puede retrasar algún mes”.

Detalló por otra parte que “son 13 bases, son 7 permanentes, y personal capacitado son para estas bases permanentes, justamente. A mí me tocó, junto con otros dos chicos, la base Belgrano 2, que es la más austral, está a 800 kilómetros del Polo y a 2.500 kilómetros de Ushuaia”.

¿Qué fue lo que te dijeron tus padres al momento que quedaste seleccionado?

“Me felicitaron, fue por ahí un logro bastante grande, no cualquiera va. Algo que también nos ha dicho la psicóloga, que por ahí los estudios psicológicos fueron bastante más intensos con ese foco, de soportar las condiciones y la soledad por ahí, de prepararnos”.

¿Cómo los preparan a ustedes psicológicamente?

“Nos hicieron ver en qué condiciones estábamos. Nos fueron diciendo, miren, esto va a ser así, esto no es color de rosa, ustedes van a sentir tales cosas. Nos hicieron estudios bastante específicos para ver cómo íbamos a reaccionar con el estrés y un montón de cosas específicas más.
Y aparte de eso, a nosotros, personal técnico al menos, nos dan soporte psicológico de forma virtual, mensualmente. Hay una psicóloga del Instituto Antártico que se encarga de hacer el seguimiento”.

¿Y una vez en la Antártida, cómo continuarán tus estudios?

“Este año tendría que cursar el último año de la carrera, Ingeniería Electrónica, y yo lo pongo en stand-by. Voy a ver si algún profesor o alguna materia me dejan cursarla a distancia, pero tengo entendido que no. Así que bueno, es un año que invierto en el viaje, en mi experiencia profesional, y bueno, después se verá la facultad el próximo año”.

¿Tenés conocimiento de cuántas personas quedaron seleccionadas?

“Nosotros arrancamos siendo 120 para el curso. 120 son los que aprobaron el examen escrito, y en el primer psicológico habían quedado 30, o sea que ya habían filtrado mucha gente. Y ahora, a lo último, quedamos 9, 8 chicos quedamos para que viviéramos entre las bases”.

¿Cuáles son tus metas, tus objetivos ahora que vas a la Antártida?

“La verdad, aprender porque el foco principal mío era ir a aprender, estar en el entorno científico, poder poner mi granito de arena, tanto también lo que es hacer soberanía allá”.
El 28 tenemos el vuelo a Ushuaia, y ahí tenemos que esperar a que se den las condiciones climáticas para el rompehielos Irizar.
Mi grupo de amigos me ha dicho estás loco, estás demente, y otros me han acompañado mucho, la mayoría bien”.
() Aire Libre FM 96.3: