Detectan tala ilegal de más de 20 árboles de Lenga en el Dos Banderas
La Municipalidad de Ushuaia descubrió días atrás un nuevo hecho de tala ilegal e intento de usurpación en el sector del Cerro Dos Banderas. También se hallaron paneles construidos en estructura metálica.
La Subsecretaría de Fiscalización y Contralor Urbano de la Municipalidad detectó días atrás una importante tala de árboles en la zona del cerro Dos Banderas cuyas características llamaron la atención del personal municipal, ya que se trataban de unos veinte ejemplares de lenga cortados de una misma longitud y de un mismo diámetro, preparados para la venta aparentemente, además estaban impermeabilizadas y apiladas para el traslado.
Luego de eso se procedió a retirar madera de recasco que se encontraba estibada en el lugar y maquinaria para proceder a la ejecución y/o elaboración de tablones. Días anteriores se hallaron dos paneles construidos en estructura metálica recubiertos con placas tipo OSB ocultos con ramas y nylon en la zona conocida como Pasaje Peniel en el cerro Dos Banderas. Esta estructura se desmanteló y se procedió al secuestro de los materiales.
Para evitar la tala clandestina se solicita a los vecinos comprometidos con el medio ambiente que den inmediato aviso a Defensa Civil comunicándose al 103 e incluso aporten datos de las patentes de los vehículos que intervienen en estas acciones ilícitas.
Desde Conciencia Ambiental Tucumán, sentenciamos que la tala indiscriminada de especies producida en el cerro Dos Banderas, es una práctica desaprensiva y criminal que debiese ser castigada con el mayor de los rigores por parte de la Justicia
Escribió el poeta cubano José Martí: “Hay tres cosas que cada persona debería hacer durante su vida: plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro.”
En estos tiempos tan vertiginosos pareciera una epopeya realizar estos preceptos escritos para la humanidad, sin duda, el mundo en el que él vivió no es el mismo que habitamos nosotros.
Con esto ritmo agotador que nos atrapa nace una pregunta: por qué en los años de Martí no se hablaba de cambio climático, ni de gases de efecto invernadero, ni de tala indiscriminada. En esas épocas seguramente existían bosques tupidos y nadie, ni siquiera el más visionario podía imaginarse la desesperante situación actual de los bosques.
Y cuando escribo desesperante situación, me refiero lisa y llanamente, a que con la tala indiscriminada nos quedaremos sin aire puro dentro de muy poco tiempo. Triste injusticia, esto de justificar el matar un árbol. No se trata de ser un romántico, ni de tener una herida, sino de tener sentido común y analizar los beneficios que brinda un solo árbol.
Hoy reforestar no tan solo es un acto poético. Es absolutamente necesario que ayudemos a reparar el daño que le hemos causado a la Madre Tierra con nuestro egoísmo y nuestra desenfrenada manera de vivir.
Cuando se toma real conciencia de la importancia del árbol en la vida misma, y los beneficios que recibimos, recién nos damos cuenta que no existe estudio de impacto ambiental válido que justifique el cortarlos.
Seguramente que el que manda a talar en forma indiscriminada, luego de una ardua jornada de trabajo, destruyendo su propio mundo, llegan a sus casas, acarician a sus hijos, y conforme por llevar la comida a su mesa, no les dice a sus hijos: “hijo, hoy contribuí un poco más para que tengas un futuro desastroso, sin agua, sin árboles, pero con mucho dinero”.
El daño ya está hecho. A este paso dentro de muy poco nos pasará como Beijing, donde instaron a los habitantes a no salir a la calle ante el nuevo ascenso de la contaminación.
Y deberemos salir todos con barbijos porque tendremos un ambiente irrespirable.
Y qué hacemos ante esta realidad? Nada, por el contrario seguimos depredando, nuestra propia hábitat. Sigan desmontando, sigan sacando el ripio de los ríos, sigan desviándolos, sigan despellejando la piel misma de la Tierra!!! Ninguna acción en contra de la naturaleza es gratis, o todavía eso no se aprende!!! No, no se aprende, La Madre Tierra nos seguirá reclamando lo que nosotros le hacemos, y nos reclamará con creces. La Madre Tierra tiembla y salimos corriendo todos, o miento!!!??? Más respeto por nuestra CASA GRANDE, O NOS VAMOS TODOS, EL ULTIMO QUE APEGUE LA LUZ.
Pedro Martínez.
Conciencia Ambiental Tucumán