María Florencia superó todos los obstáculos, y hoy es una flamante Ingeniera Química
María Florencia Gallol, de 29 años, alcanzó un hito importante en su vida al graduarse como ingeniera Química en la UTN-Río Grande. En una emotiva entrevista, la flamante graduada compartió los desafíos y las motivaciones que la llevaron a este logro. Desde una edad temprana sintió una pasión por la ingeniería, inspirada por su padre, quien trabajaba en la construcción, y falleció cuando ella era jovencita. María Florencia mantuvo viva su aspiración de convertirse en ingeniera. Destacó el rol de su madre, siempre presente.
Su viaje hacia el éxito estuvo marcado por desafíos y sacrificios, pero su determinación y amor por la ingeniería la llevaron a superar cada obstáculo en su camino.
Durante su tiempo en la universidad, María Florencia contó con el apoyo incondicional de su madre, quien la acompañaba en cada paso del camino. “Ella es mi compañera, mi mejor amiga, Marta es mi madre. Siempre estamos muy unidas, ella siempre me cuidó. Cuando falleció mi papá, nos volvimos aún más cercanas. En la facultad, ella siempre me acompañaba. Entraba a las 6 o 7 de la tarde y ella a las 12 de la noche. Siempre estuvo ahí para mí, nunca desistió. Me daba alivio su presencia. La conocen más que a mí en la facultad. Siempre estuvo a mi lado”, relató.
Ahora, con su título en mano, María Florencia tiene grandes expectativas para el futuro y está ansiosa por explorar nuevas oportunidades laborales. Por último brindó un mensaje para los mensajes que aún están con dudas o miedos sobre sus estudios “La facultad enseña mucho, y si se animan, que a veces creen que no van a poder, no, que se animen, que siempre se puede, los obstáculos han sido para crecer, para mejorar. Es lo que yo creo y lo que me he propuesto en la vida. Cada vez que he caído o tenido que superar algo, me he levantado. Nunca he desistido. Eso me lo valoraron en la facultad, que siempre que por ahí dejaba, al año siguiente volvía”, concluyó.