La pasión por la danza, un viaje sin rumbo
En diálogo con -AIRE LIBRE FM-, Micaela Najar, una joven coreógrafa oriunda de Río Grande, compartió su trayectoria desde sus primeros pasos en la danza hasta su actual trabajo en la escena artística de Buenos Aires. A sus 27 años, Micaela ha logrado establecerse en el ámbito de la coreografía, combinando su pasión por la danza con un enfoque creativo y multidisciplinario que la ha llevado a dirigir y participar en diversos proyectos artísticos.
Desde su infancia en Río Grande, la danza ha sido una parte fundamental en la vida de Micaela Najar, quien hoy, a los 27 años, se encuentra consolidando su carrera como coreógrafa en Buenos Aires. “Mis papás eran bailarines, desde chica en casa había danza. A los nueve años empecé a tomar clases y practiqué varias disciplinas, desde danza clásica hasta hip hop”, nos cuenta al inicio de la entrevista.
Su formación en Río Grande comenzó con Noelia Fernández y continuó con Yamili Fasarri, donde además de clásico, incursionó en tap. Con una sólida base en la danza, decidió trasladarse a Buenos Aires para continuar sus estudios, eligiendo la carrera de Licenciatura en Composición Coreográfica. “Esta carrera te enseña a ser coreógrafa, a diseñar coreografías, movimientos de escena, todo lo que tiene que ver con el cuerpo, la danza y la escena”, explica.
Al preguntarle qué la llevó a elegir esta carrera, responde con pasión: “Me gusta mucho la danza y la dirección, pero también me interesa la creatividad y la posibilidad de armar escenas desde la danza. Es una disciplina que se vincula con muchas otras áreas del arte, como lo visual y lo audiovisual, lo que la hace muy enriquecedora”.
A pesar de su juventud, ya cuenta con una notable experiencia en el ámbito profesional. “El año pasado empecé a trabajar oficialmente en un proyecto con profesoras de la universidad. Fue una experiencia muy buena, estuve ayudando en la dirección de una pieza escénica”, relata con entusiasmo.
Actualmente, Micaela se encuentra en pleno proceso creativo, a punto de estrenar una obra en la Fundación Cazadores de Buenos Aires. “La obra es de danza y teatro, con varias escenas y desarrollos coreográficos. He estado a cargo de todo el proceso de creación de las coreografías”, comparte. Además, está trabajando en un proyecto de videoarte para una campaña de una marca de ropa, donde a través de la danza, se exhibe la nueva colección.
Cuando le preguntamos si preparar una coreografía es un proceso laborioso, su respuesta es clara: “Sí, lleva tiempo. Tiene su proceso de investigación, desarrollo, y fijación de ideas. A veces es más complejo, pero otras veces surge de manera más fluida”.
Para concluir, Micaela envía un mensaje a los jóvenes de la isla que estén interesados en seguir una carrera en danza o coreografía: “Si es lo que quieren hacer, que vayan por ello, porque las ideas están en nosotros. Todo lo que estoy haciendo es con personas amigas, colegas, y sale de nuestras propias ideas. Las ideas vienen y se pueden llevar a cabo, solo hay que hacerlo”.