En la actualidad, más de 6 mil familias dependen del subsidio para acceder a una tasa social del GLP

El Subsidio a los Consumos Residenciales de Gas Licuado de Petróleo (GLP) en Tierra del Fuego se ha consolidado como una medida fundamental del Estado fueguino para garantizar el acceso a este recurso “a un costo social y muy reducido” para miles de familias que aún en la provincia no cuenta con servicio de gas natural.

Actualmente, 6.507 beneficiarios están registrados en el padrón de usuarios del GLP, distribuidos entre Ushuaia (3.856), Río Grande (2.115) y Tolhuin (536). Estos beneficiarios reciben una cantidad variable de gas subsidiado, que oscila entre 240 kilos mensuales de octubre a abril y 450 kilos de mayo a septiembre.

Desde 2012 hasta junio de 2018, el precio que pagaban los beneficiarios era de $1,60 por kilo, una cifra notablemente baja en comparación con los costos de producción y distribución. Sin embargo, desde junio de 2018 y hasta marzo de 2024, este monto se ajustó a $2, alcanzando recientemente los $10. Actualmente, el usuario paga solo un 0,6% del costo real del gas, mientras que el Estado Nacional y la Provincia asumen la mayor parte del gasto. Con la próxima actualización, el usuario pasará a pagar $40 por kilo, representando un 2.5% del precio total.

En septiembre, la provincia desembolsó $4.000 millones a proveedores como Sartini Gas y Gas Austral, evidenciando el compromiso continuo por mantener el subsidio en el contexto de la reciente liberalización de precios de las garrafas de gas.

Además de subsidios al GLP, el Gobierno Provincial no solo esta subsidiando el precio del gas sino que además promueve el programa “Llegó el Gas”, que financia la conexión a la red de gas domiciliaria para beneficiarios del REPUR.

Este programa cubre costos de materiales, artefactos y mano de obra, buscando reducir el uso de GLP en la provincia.

Además, en lo que va del año, se han aprobado 60 obras de conexión domiciliarias en Ushuaia y Río Grande, con una inversión mensual de más de $50 millones.

A pesar del aumento en el precio del gas envasado, esta medida es vista como necesaria para garantizar la continuidad y sostenibilidad del subsidio. A largo plazo, se espera que estas acciones no solo disminuyan la dependencia del GLP, sino que también mejoren la calidad de vida de los fueguinos al facilitar el acceso a una energía más económica y estable.