Julieta Paredes y Dalma Fernández, dos nuevas docentes que apuestan por la inclusión

Julieta Paredes y Dalma Fernández han alcanzado un logro significativo en sus vidas: graduarse como profesoras de Educación Especial con orientación en Discapacidad Intelectual. Con un profundo compromiso por la inclusión y una firme vocación por la enseñanza, ambas han decidido dedicar su vida profesional a apoyar y acompañar a personas con discapacidad intelectual en su desarrollo integral.

Julieta, de 37 años, compartió su experiencia al recorrer este camino académico y profesional: “Siempre sentí una fuerte conexión con la educación inclusiva. Sabía que quería ser parte de un cambio positivo en las vidas de las personas con discapacidad y en cómo la sociedad las integra”. Por su parte, Dalma, de 27 años, expresó: “La Educación Especial es un desafío que requiere no solo conocimientos técnicos, sino también una enorme empatía y disposición para aprender de cada situación”.

 

Ambas mencionaron que su formación no solo las transformó profesionalmente, sino que también las llevó a reflexionar sobre las barreras, tanto físicas como sociales, que enfrentan las personas con discapacidad. “Esto no solo se trata de enseñar contenidos, sino de dar herramientas para que cada individuo pueda alcanzar su máximo potencial, respetando sus tiempos y procesos”, agregó Julieta.

 

Tanto Julieta como Dalma coinciden en que la inclusión no debe ser un concepto abstracto, sino una práctica cotidiana en las aulas y en todos los ámbitos de la sociedad. “Es fundamental trabajar en la sensibilización y la capacitación de todos los actores del sistema educativo para que la inclusión no sea una excepción, sino la norma”, sostuvo Dalma.

 

Además, destacaron que su trabajo no solo beneficia a las personas con discapacidad, sino también a toda la comunidad educativa, promoviendo valores como la empatía, el respeto y la solidaridad. “Cuando se generan espacios inclusivos, todos aprendemos. Aprendemos a valorar las diferencias y a construir una sociedad más justa y equitativa”, mencionó Julieta.

 

Para estas dos flamantes profesoras, el camino recién comienza. Ambas sueñan con proyectos que trasciendan las aulas, llevando la Educación Especial a otros ámbitos de la sociedad. “Nos gustaría contribuir a desarrollar más talleres y actividades que involucren a las familias y a otros sectores de la comunidad, porque la inclusión es una tarea de todos”, comentó Dalma.

 

Finalmente, Julieta y Dalma coincidieron en que su mayor satisfacción será ver cómo sus estudiantes logran avanzar, superar desafíos y alcanzar sus metas, demostrando que con las herramientas adecuadas y el acompañamiento necesario, no hay límites para el desarrollo humano.

 

Con su ejemplo, estas nuevas profesionales son un recordatorio de que la vocación y el compromiso pueden transformar no solo vidas individuales, sino también

comunidades enteras.