Investigan sobrefacturación en la obra del Polo Pioneros Fueguinos
El 30 de junio de 2014 el ex intendente Federico Sciurano, tal como consta en la web oficial www.ushuaia.gob.ar, anunciaba la construcción del Polo Deportivo y Cultural “Pioneros Fueguinos” a un costo que “será de aproximadamente 20 millones de pesos” con un plazo de obra de “casi un año, iniciando en septiembre de este año y finalizando cerca de agosto del 2015”.
Dos años después, tras el riguroso trabajo llevado adelante por la Secretaría Legal y Técnica, se constató que el costo de la inconclusa obra ascendió hasta el momento a 64.180.342,45 millones de pesos “sin contabilizar los pagos no efectuados” y “sin contar los costos que demandará la finalización de la obra”.
La diferencia entre lo presupuestado y lo gastado fue cubierto principalmente con fondos del Fondo Solidario Federal, conocido como Fondo de la Soja, y hasta con la utilización de una cuenta de fondos con afectación específica para las urbanizaciones como el caso del barrio Alakalufes II Acceso Vivienda Autogestión Colectiva. Dichos fondos, en muchos casos estaban afectados al pago de otras obras, como es el caso de pavimento y mantenimiento de la red vial de la ciudad.
Si bien en el Presupuesto 2015, no aprobado por el Concejo Deliberante y luego reconducido por el Ejecutivo municipal, se había presupuestado la obra en 25 millones de pesos, durante el año 2014 ya se habían realizado cinco licitaciones que sumaron, al momento de los llamados, un total de algo más de 27 millones de pesos. Sin embargo, al momento de ser adjudicadas esas obras, sin contemplar economías ni demasías, se autorizaron por 31 millones de pesos.
Ya en el año 2015 se realizaron otras tres licitaciones que superaban los 19 millones de pesos al momento de realizarse los llamados. Finalmente, fueron adjudicadas por casi 23 millones de pesos. En el marco de los procesos licitatorios, en total se realizaron llamados por un monto superior a los 47 millones y se adjudicaron por más de 53.
Lo presupuestado fueron 25 millones de pesos y lo adjudicado mediante licitaciones ascendió exactamente a 53.534.616 de pesos. En relación a las contrataciones que tramitaron mediante licitación pública o privada, los costos de la obra están, sin incluir todas las etapas, por demás excedidos.
Se advierten en los expedientes analizados adjudicaciones notablemente por encima de los valores originarios, demasías como regla en las contrataciones, subcontrataciones no autorizadas previamente y alteraciones materiales en la presentación de propuestas. También se registran alteraciones de fecha de apertura de ofertas con proveedores que compran pliegos casualmente el mismo día, proveedores reconocidos que no ofertan anteponiendo sus “convicciones” tras haber mantenido una reunión previa, diferencias detectadas por la Contaduría entre el avance del proyecto y el real sin consecuencia alguna para el contratista, pago de certificaciones que no coinciden con el avance real de la obra, contrataciones dobles, pagos dobles, órdenes de servicio falsas, inexistencia de documentación vital como el libro de obra, actas de inicio, paralización o recepción de obra.
Todo esto implicó no sólo la no conclusión de la obra, sino su estado de abandono, ya que se trata en su segunda etapa de obras sin garantía ni fondo de reparo.
Con respecto a la cuestionada contratación de cuadrillas privadas, el monto a contratar ascendía a casi 12 millones de pesos y se terminaron abonando, sin ningún tipo de control, más de 17 millones de pesos.
No sólo se pagó un monto total superior a 64 millones, sino que existen compromisos de pago pendientes por cerca de 10 millones más, sin que esto signifique tener al microestadio concluido. Hasta el momento de traspaso de gestión, consecuentemente, por una obra del Cochocho Vargas se pagaron tres y no se terminó.
Las primeras estimaciones sobre desorden administrativo, falta de previsión, graves irregularidades y gastos no contemplados en el presupuesto ni autorizados por procedimientos adecuados a la normativa vigente en la obra del Polo Cultural y Deportivo Pioneros Fueguinos, cobró forma de denuncia penal y fue radicada por las actuales autoridades municipales en la Justicia provincial a comienzos de esta semana.
El caos administrativo
Pese a haberse creado una Coordinación de Proyectos Especiales para la ejecución de esta obra, la misma no tiene un expediente único en la Municipalidad, sino que se aperturaron expedientes desde cinco Secretarías distintas bajo carátulas con asunto de inicio como: Pioneros Fueguinos, Cochocho Vargas, Micro estadio, Interski, proyectos especiales, microestadio Ushuaia, Obras Especiales y otras.
En la revisión legal, administrativa y contable se accedió, hasta el momento, a 337 expedientes dispersos en distintas oficinas, algunos incompletos, al punto de contener hojas foliadas con la expresión “Informe San Pietro” en letra grande con resaltador y al pie de la hoja “en camino”; fojas refoliadas, inexactitudes de fechas, expedientes iniciados con posterioridad a los hechos consumados; impidiendo el control externo de los actos públicos.
La compra de materiales
Sobre la compra de materiales en la gran mayoría de los casos no intervino el área de Almacenes que depende de la Municipalidad, salvo en diez ocasiones excepcionales. No obran remitos a proveedores que permitan certificar la entrega y, en muchos casos, fueron reemplazados por certificados firmados por San Pietro con posterioridad a las observaciones de la Contaduría. La falta de documentación, de unificación de procedimientos y de irregularidades no permite determinar el lugar de la entrega de materiales, la cantidad ni la calidad.
Seguridad e Higiene
Al inicio de la gestión del intendente Walter Vuoto se confeccionó un acta de requerimiento y constatación por parte de las autoridades del Instituto Municipal de Deportes y la Escribana Municipal Patricia Ivon Borla el día 28 de diciembre de 2015. En el momento se encontró una obra sin terminar, prácticamente abandonada. En la denuncia se adjunta el acta notarial con el registro del lugar.
Desde el área de Seguridad e Higiene Laboral solicitaron que se arbitren los medios para “clausurar el acceso a las instalaciones del Cochocho al personal municipal que se encuentra recorriendo los sectores actualmente”.
Una de las medidas solicitadas por el Municipio a la Justicia fue la constatación en el lugar del estado de las instalaciones. La verificación del estado de la obra del microestadio permitirá además reiniciar obras para terminar todo lo que se encuentra inconcluso.
El hall de recepción, la cancha en sí misma e inclusive los baños del ingreso pueden dar la impresión de final de obra. Debe aclararse que no existe ni final de obra ni garantía sobre la misma, por el procedimiento administrativo y el circuito de contrataciones que se dio la misma Coordinación de Proyectos Especiales.
Además existe una infraestructura completa en el Cochocho, no sólo la intervención estética de su exterior y del ingreso. Es una estructura con vestuarios, escaleras, otros baños, tribunas, barandas de seguridad, oficinas, salones, cielorrasos en estado de abandono de obra. Finalizar las obras en las instalaciones que ofrezcan la seguridad necesaria a los concurrentes y personal tendrá un costo que aún debe definirse.
El Cochocho es un lugar histórico y de referencia para muchas generaciones de Ushuaia: desde el uso de distintos colegios para sus clases de educación física, la práctica de deportes desde las gestiones municipales, torneos, festivales y peñas, punto de encuentro solidario, convocatorias sociales, políticas y recreativas. El Cochocho es un lugar vital para la ciudad y pertenece a todos sus habitantes. La Municipalidad espera su próxima inspección para la reparación, finalización de la obra y el uso seguro de un edificio concluido y con las garantías correspondientes.