Las pruebas acorralan al acusado del crimen de Joel Grondona
El testimonio contundente fue aportado por Alejandro Aguirre (de 36 años), miembro de la Policía Científica y Licenciado en Criminalística, quien trabaja en Tolhuin hace cinco años.
A través de una exposición en Power Point, Aguirre detalló la investigación que llevó a cabo sobre el asesinato. Allí se constató que en la casa del acusado Miguel Ángel Aguerre, se secuestraron prendas de vestir y un cuchillo con restos de sangre pertenecientes a Joel Grondona.
La segunda jornada de debate correspondiente al juicio oral y público por el homicidio de Joel Grondona, asesinado en el kiosco JAD de Tolhuin el 6 de marzo de 2016, se realizó este martes en los Tribunales de Río Grande.
Tres testigos se presentaron a brindar declaración, entre ellos una menor de 17 años, José Porfilio Víctor Godoy, de 64 años, y Alejandro Aguirre, 36 años, miembro de la Policía Científica y Licenciado en Criminalística.
Los testigos, oriundos de la localidad de Tolhuin, brindaron su testimonio ante el Fiscal Eduardo Javier Tepedino además del Tribunal de Juicio, conformado por Daniel Borrone, Juan José Varela y Pablo Martín Bramati.
El primero en declarar fue Godoy, quien trabaja en un aserradero y compartió labor junto al imputado Aguerre. Entre sus testimonios, el hombre de 64 años admitió “haber tenido un problema con el imputado en un local nocturno aproximadamente dos meses antes del homicidio de Grondona”. Y agregó que “él salió del local, fue perseguido por Aguerre, quien lo manoteó y habría tenido un cuchillo en la mano pero no lo agredió”. Sobre este incidente, Godoy dijo que el imputado habría “tenido celos de su trayectoria en el aserradero”. Luego de este episodio, ambos hombres siguieron compartiendo el trabajo y no hablaron sobre el tema.
La menor de 17 años, quien en ese momento se trasladaba a comprar al kiosco JAD junto a un tío, aseguró haber observado a dos hombres corriendo. Uno pasó a su lado, con características similares a la del acusado, y con un cuchillo en la mano. Afuera del local, observó el cuerpo de un hombre herido que tenía los ojos abiertos y rápidamente abandonó el lugar.