(AUDIO) Cómo fue el operativo de rescate del marino en la Base Orcadas, de la Antártida Argentina

El jefe del Area Naval Austral y de la Base Naval Ushuaia, contralmirante Germán Arbizu, reveló detalles del operativo conjunto entre la Armada, la Fuerza Aérea y el Hospital Regional que permitió evacuar y salvarle la vida a un suboficial que se fracturó las piernas en la base antártica. El jefe militar destacó “no solamente el virtuosismo de los pilotos” sino “el profesionalismo y la coordinación con que actuaron todas las fuerzas intervinientes en el operativo”.

Los pilotos de la Fuerza Aérea Argentina que evacuaron a un marino herido en la Base Orcadas de la Antártida recorrieron el sábado cerca de 3000 kilómetros sobre el mar en condiciones climáticas extremas y en el medio aterrizaron sobre un glaciar para completar en 8 horas el traslado del militar con ambas piernas fracturadas hasta la ciudad de Ushuaia, según confirmó ayer el comandante del Área Naval Austral, contralmirante Germán Arbizu.
El también jefe de la Base Naval Ushuaia explicó que un avión Twin Otter voló 720 kilómetros (el equivalente aproximado a la distancia entre Buenos Aires y Córdoba) desde la Base Marambio hasta la isla Laurie, donde está emplazada la Base Orcadas, y tras anevizar “por primera vez en la historia” en una pista improvisada, regresó a Marambio con el suboficial Segundo electricista Héctor Ariel Bulacio (38) quien hacía una semana había caído a una grieta mientras andaba en snowboard.
Después, el mismo avión Hércules que había trasladado a los pilotos expertos que comandaron el Twin Otter, Gastón Valussi y Pablo Biolatto, efectuaron el cruce de 1230 kilómetros entre Marambio y la capital fueguina (equivalente aproximado a la distancia entre Buenos Aires y Bariloche) donde una ambulancia de alta complejidad demoró “un minuto y medio” en salir del aeropuerto rumbo al Hospital Regional en el que compensaron y operaron a Bulacio.
“9 horas después de arribar a Ushuaia, un paciente que fue evacuado en estado crítico por la pérdida de sangre y por otras complicaciones médicas derivadas de la fractura expuesta en su pierna derecha, ya estaba viendo televisión en una habitación del hospital”, afirmó Arbizu ayer en conferencia de prensa.
El jefe militar destacó “no solamente el virtuosismo de los pilotos” sino “el profesionalismo y la coordinación con que actuaron todas las fuerzas intervinientes en el operativo”, y dijo que “los argentinos tenemos que estar muy orgullosos”.
“Nos tiene que dar orgullo, no el accidente que fue una fatalidad, sino que en el contexto internacional, mostramos la capacidad de recuperar a nuestra gente en el lugar donde sea”, expresó el titular del Área Naval Austral.
Junto al Comandante Naval Antártico, Capitán de Navío Pablo Luis Fal, Arbizu remarcó, además, el trabajo de coordinación médica entre los hospitales navales y el hospital de Ushuaia.
“Los médicos no solo pudieron elaborar un diagnóstico a distancia, cuando lo ocurrido había sobrepasado la complejidad de la enfermería de Orcadas, sino que pudieron contener a una persona que estaba en situación de aislamiento y en un sitio de muy difícil acceso en invierno”, evaluó el contralmirante.
El jefe de la Base Naval Ushuaia precisó que para el operativo de evacuación sanitaria se utilizó el principio de “redundancia coordinada”, consistente en el uso de dos formas de transporte diferentes para asegurarse el funcionamiento de al menos una de ellas.
Es por eso que el aviso ARA “Islas Malvinas”, con 50 tripulantes a bordo, incluidos médicos cirujanos, había zarpado de la capital fueguina tres días antes y estaba en condiciones de atravesar la barrera de hielo que rodea a la isla Laurie en invierno y efectuar el rescate por vía marítima, si las condiciones meteorológicas impedían el aterrizaje del avión en la superficie irregular del glaciar adyacente a la Base Orcadas.
Esa opción se consideraba complementaria para evitarle al herido los tres días de viaje a Ushuaia soportando un temporal de viento que azota la zona y que genera olas de más de 10 metros de altura, detalló el militar.
“Había una ventana climática de pocas horas para aterrizar donde nunca se había hecho y el comandante de la aeronave lo hizo en el primer intento. Había un argentino en emergencia y la Fuerza Aérea puso toda la carne en el asador”, graficó Arbizu.
En otro orden, la Armada confirmó que Bulacio se accidentó mientras practicaba snowboard en un día de esparcimiento para los 17 integrantes permanentes de la base.
“El snowboard suena muy fashion pero es un medio idóneo para poder bajar de una montaña. En la isla, las cumbres van de norte a sur y el desplazamiento es de este a oeste, por lo que muchas veces no queda otra posibilidad que escalar y esquiar para poder cumplir con distintas tareas. El accidente fue en tiempo de esparcimiento pero pudo ocurrir por otros motivos de igual forma”, explicó el jefe militar.


(AUDIO) Aire Libre 963: