Anabella Buccino: De la educación física a las ciencias de datos e inteligencia artificial

En un mundo donde las tecnologías avanzan a pasos agigantados, Anabella Buccino, una joven de 35 años, ha demostrado que reinventarse es posible. Licenciada en educación física y profesora, Buccino recientemente se convirtió en la primera técnica superior en ciencias de datos e inteligencia artificial del Politécnico Malvinas Argentinas.

“Fue un logro personal, dificilísimo porque no tenía conocimientos previos en tecnología o programación”, señaló Anabella durante la entrevista. Desde su formación en educación física, la pandemia la llevó a buscar nuevas opciones profesionales. Así, en 2022, se embarcó en esta carrera desafiante, completamente ajena a su área de expertise inicial.

 

“Uno siempre piensa que hay que saber mucho de computación o programación para estudiar algo relacionado con tecnología. No es así. Si tenés ganas y dedicación, se puede”, expresó. La carrera, que combina matemática, estadística y programación, le permitió descubrir un mundo apasionante: el análisis y resolución de problemáticas a través de los datos.

 

Anabella confesó que al inicio no sabía programar ni entendía sobre lenguajes de computación. “Solo sabía encender la computadora. Fue todo un proceso, pero logré terminarla en dos años y medio, a pesar de trabajar, estudiar y ser mamá”. Su esfuerzo incluyó jornadas de estudio de hasta 10 horas diarias, especialmente en los proyectos finales, realizados en colaboración con empresas como BGH.

 

Sobre su proyecto final, explicó: “La empresa nos pasó datos reales, y tuvimos que proponer soluciones a una problemática específica. Esa experiencia fue clave para aplicar lo aprendido”.

 

La egresada destacó que la inteligencia artificial va más allá de las imágenes creadas con herramientas populares. “Nosotros tomamos modelos de inteligencia artificial para detectar patrones y resolver problemas. Desde ayudar a empresas a mejorar ventas hasta diseñar sistemas expertos para capacitar personas”, comentó.

 

En uno de sus proyectos, Anabella desarrolló un sistema para gimnasia artística, uniendo sus conocimientos previos con la tecnología. “La idea es usar la tecnología como herramienta de aprendizaje, no como una amenaza. Si la sabemos usar, nos puede facilitar muchísimo la vida”.

 

El futuro: combinar pasiones

Pese a su incursión en el mundo tecnológico, Anabella no planea dejar su profesión como docente. “Amo la educación física, pero me entusiasma la posibilidad de combinar ambas áreas, trabajar desde casa y pasar más tiempo con mi hija. Y quién sabe, tal vez en el futuro trabajar para empresas internacionales”.

 

La historia de Anabella Buccino es un ejemplo de esfuerzo, dedicación y adaptación en tiempos de cambio. Como ella misma dice: “No importa de dónde vengas, si te sentás, estudiás y te dedicás, todo es posible”.