(AUDIO) Mujer embarazada perdió a sus gemelos y recibió una pésima atención
Luz Rivera, una mujer que estaba embarazada de gemelos prematuros extremos y fue derivada a Buenos Aires el 13 de octubre, recibió una pésima atención en la clínica a la que la derivó la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) y decidió contar su historia “porque lo mio ya no tiene solución, pero no quiero que vuelva a ocurrir con nadie más”, señaló en diálogo con AIRE LIBRE FM.
Luz, que es una trabajadora de la industria y tuvo que viajar derivada a Buenos Aires porque el Hospital Regional de Río Grande aún no está preparado para recibir la atención médica que ella necesitaba. “Me derivaron a la Clínica Avellaneda de Buenos Aires cuando tenía un embarazo de seis meses y mis hijos podían ser prematuros. Si o sí era una derivación a Buenos Aires, yo venía de estar en la cama del hospital un mes”, expresó.
“El 13 de octubre llegamos de noche a las 23:30 y en la clínica no nos estaban esperando. Me tiraron en una cama sucia de la guardia, el médico me habló y me dijo como me iban derivar así que eso tenía que ser un aborto porque no eran bebés”, dijo Luz. Y continúo: “Hablaba solamente de aborto. A las 2 de la mañana me pasaron a una habitación, yo no quería un cinco estrellas, sólo una atención humana. Yo trabajo y mi marido igual, solamente quería la atención necesaria por mi salud y la de mis hijos”.
Sobre la atención del HRRG, Luz comentó: “El Hospital no está neo preparado para bebés prematuros extremos. Acá estoy recontra agradecida, me trataron como una reina. Acá me dieron la atención que más necesitaba y en Buenos Aires sufrí un maltrato muy grande”.
“A mi marido, el doctor le dijo, amigo vos no te podes quedar acá, te tenes que ir. Él le dijo que no se podía ir que no me podía dejar sola. Estaba en una cama en 45 grados con las piernas arriba. Las necesidades no la cumplían. No teníamos luz, ni como comunicarnos con nuestras familias. Tengo grabación del médico de como me atendió”.
El doctor le habría dicho a la mujer embarazada: “Abra las piernas que tengo que hacer un tacto. Le dije que no me voy a dejar tocar porque tengo la historia clínica que la doctora mandó en donde recomienda que no lo haga. Y contestó diciendo que no voy a leer el libro de montoto, que es una historia de dos meses de todas las atenciones en Río Grande”.
Y añadió: “La jefa de neo llegó soberbia y agrandada diciendo que nosotros no nos dejábamos atender. No me voy a dejar hacer un tacto teniendo una dilatación número 3 y con la bolsa abajo. Me extraña que usted siendo doctora no sepa esto, le dije”.
“Acá mis familiares fueron a la Unión Obrera Metalúrgica reclamando porque no tenemos la atención que prometieron que iba a ser hermosa. Yo me quería arriesgar e irme, pero no nos daban explicación. Sólo dijeron que era el único lugar que encontraron. Me volví el 25 de octubre, nunca tuve la cama que necesitaba”, lamentó.
Y agregó: “Nosotros llamábamos a nuestros delegados. Incluso hable con el diputado y secretario general del gremio, Oscar Martínez y me dijo que hable con Emilio. Emilio es el encargado de la UOM, él me dijo que no sabía nada de nada de lo que había pasado. Como no van a saber si él estuvo en la reunión con mi familia y firmó los papeles de la derivación. Yo no quiero hacerle nada a la UOM porque me dieron la derivación, en Río Grande me atendieron muy bien, pero no me gustó como me trataron en Buenos Aires”.
“El 16 nacieron mis hijos y el neo es un espectáculo lo que tiene Avellaneda. El trato que me dieron a mi fue muy feo. Había una señora internada al lado y nos explicaba que a su hija la habían tratado muy mal. El director dijo que iba a arreglar la situación pero eso cambió al tercer o cuarto día”, señaló Luz.
Y agregó: “A mi me movían en camilla para hacerme los estudios, y acá la doctora decía que tenía que ser todo en la habitación porque era reposo absoluto y ellos no me lo hacían. Y yo sola dije que no me iba a mover más porque yo quería llegar a los siete meses y por lo menos los bebes ya tenían formado los órganos. Iban a ser prematuros extremos pero iba a estar desarrollado sus órganos. Uno de mis hijos falleció a las 24 horas y otro vivió más días pero no soportó y no se desarrollaron bien los pulmoncitos y falleció. El 23 de octubre fue”.
“Yo siento capaz si me trataban bien iba a ser otra cosa, yo estuve muy mal. Lloraba mucho, me quería volver. Me dio como una depresión me sentí abandonada. Ver a mi marido que llamaba a todo el mundo para que los ayude y nadie nos daba una mano. Lo único que nos decía la UOM es que ese era el lugar que encontraron”, expresó.
La mujer comentó que “estaba todo sucio, corrían los bichos por las paredes. Y tengo foto de todo eso. Yo llevé mis elementos de higiene que mi marido limpiaba para que pueda hacer mis necesidades”.
“Yo quiero que viajen y vean a donde nos mandan. Lo mio ya no tiene solución, pero no quiero que vuelva a pasar con nadie más. La clínica Avellaneda no es lo que ellos piensan”, aseveró Luz.
Para finalizar, Luz dijo: “Yo me quiero dar de baja pero no puedo porque tengo que seguir viajando por mi problema intestinal. Tengo que hacerme un control pero tengo temor a que pase lo mismo. Yo sólo quiero que cambie la atención, algo más humano, nada más. Agradezco al concejal Paulino Rossi que nos puso en contacto con Esther una señora que creo que es coordinadora de Casa Tierra del Fuego y se acercó a la clínica y nos ayudó”.
(AUDIO) Aire Libre 963: