(AUDIO y VIDEO) Antes de partir rumbo a la Antártida, una multitud visitó el rompehielos Irizar

Más de 1.500 vecinos hicieron fila durante horas en el puerto de Ushuaia, soportando el viento, el frío y algunos momentos de lluvia, para aprovechar el período dispuesto por la Armada Argentina en que la emblemática embarcación pudo ser recorrida por sus renovadas instalaciones. “Es un orgullo para toda la tripulación volver a operar con el barco en la zona austral y hacerlo con este reconocimiento y afecto de la gente de Ushuaia nos llena de orgullo”, afirmó el comandante del Irizar, capitán de fragata Maximiliano Mangiaterra.

(Informe de El Diario del Fin del Mundo).- Los habitantes de Ushuaia celebraron el jueves el 133 aniversario de la ciudad demostrando el afecto que posee la población hacia el Rompehielos Almirante Irizar, al que una multitud se acercó para visitar antes de su partida a la Antártida Argentina, donde realizará las pruebas de hielo que pondrán fin a su restitución al servicio activo, tras el incendio sufrido en 2007.
Más de 1500 ushuaienses hicieron fila durante horas en el puerto local, soportando el viento, el frío y algunos momentos de lluvia, para aprovechar el período dispuesto por la Armada Argentina en que la emblemática embarcación pudo ser recorrida en sus partes principales.
“Es un orgullo para toda la tripulación volver a operar con el barco en la zona austral y hacerlo con este reconocimiento y afecto de la gente de Ushuaia nos llena de orgullo, más aún cuando podemos estar compartiendo los festejos por el aniversario de la ciudad”, afirmó el comandante del Irizar, capitán de fragata Maximiliano Mangiaterra, durante una conferencia de prensa realizada en el puente de observación del barco.
“Este buque es muy importante para la ciudad y para la zona. Poder visitarlo y poder verlo de vuelta navegar es un orgullo que reafirma la idea de soberanía, de conocimiento científico y de exploración que guían el trabajo en la Antártida”, le dijo a Télam Abel Sberna, uno los vecinos de la capital fueguina que se acercó junto a su familia a recorrer el buque.
Mangiaterra precisó que la nave ya fue reabastecida de combustible y de otras provisiones y que el próximo sábado partirá hacia la zona antártica donde realizarán los protocolos de prueba que todavía restan efectuar.
“Contra toda premisa de operación en la Antártida, que es evitar el hielo, esta vez vamos a ir a buscarlo. Después de cruzar el Pasaje de Drake nos vamos a dirigir al este de la base Orcadas, donde ya hay fotos satelitales que nos indican la presencia de campos de hielo, y planeamos quedarnos allí tres días. En total serán siete días antes de emprender el regreso”, detalló el comandante.
También explicó que el barco está diseñado para operar en un campo de hielo de un metro de espesor de manera continua, y para romper hielo con la técnica de embestida, en hielos de hasta 6 metros de espesor.
“Lo que vamos a hacer en estas pruebas es encontrar estas mismas situaciones para comprobar que se mantienen las capacidades operativas con las que fue concebido”, relató el comandante del Irizar.
Una vez superada esta etapa, el barco y su tripulación de 111 hombres y 313 plazas totales, retornará directamente a Buenos Aires donde tiene previsto llegar los primeros días de noviembre.
Si todo sale de acuerdo a lo planeado, luego de un mes de alistamiento, el Irizar volverá a zarpar, pero ya para realizar la campaña antártica de verano, que incluye el cambio de dotación y el reaprovisionamiento de todas las bases antárticas.
Sobre el proceso de reconstrucción de la nave, Magiaterra recordó que el Irizar llevaba 34 campañas antárticas seguidas en el momento del incendio, y que un proceso de modernización hubiera sido necesario, aunque no hubiese tenido lugar aquel incidente.
“El siniestro cambió la envergadura de las reparaciones y lo convirtió en algo más ambicioso. Ahora ya no tenemos un rompehielos logístico con tecnología de los años 70´, sino un rompehielos multipropósito con el último equipamiento tecnológico disponible”, destacó.
En ese sentido, se refirió a la renovación de la “planta propulsora, automatismo y la electrónica asociada a la navegación”, aunque también a la infraestructura científica.
“Antes teníamos un solo laboratorio con 40 metros cuadrados dedicados a la ciencia, y hoy tenemos 13 laboratorios con casi 400 metros cuadrados de superficie”, subrayó el capitán.

Detalles de una reconstrucción histórica

A su vez, Raúl Ramis, gerente del proyecto Irizar de Tandanor (el astillero donde el barco fue reconstruido) recordó que “el incendio de 2007 afectó el 80% de la embarcación”, y señaló que “el proceso de reparación incluyó la remoción de 800 toneladas de acero antes de llevarlo al dique seco donde fueron reemplazándose las partes de manera inversa a como se habían sacado. Podríamos decir que el caso fue la única sección del buque que no fue modificada”, indicó.
La reconstrucción del Irizar constituye “la obra naval más grande que se ha realizado en los últimos 80 años”, afirmó Ramis.
Por su parte el jefe de pruebas del astillero Tandanor, almirante José Luis Pérez Varela, mencionó que “hemos navegado cuatro días en el Río de la Plata, hemos hecho ajustes allí, y hemos navegado otros siete días hasta la base de Puerto Belgrano donde se realizó una inspección de dique con nuevos ajustes. Finalmente se volvió a Buenos Aires y realizamos esta nueva navegación en el mar donde le demostramos a la sociedad de clasificación las condiciones dinámicas del buque para que pueda certificar sus características”.
Según Varela, en esta etapa es importante “ir ganando confianza en el uso de los equipos y los nuevos sistemas”.
El comandante Mangiaterra enfatizó que la realidad que vive el buque actualmente es “el fruto de un trabajo en equipo de la Armada, del Ministerio de Defensa y de todos los partícipes del proyecto. Pero además, el hecho de poder mostrarlo a la población de Ushuaia como hemos hecho hoy, confirma que el Irizar es de todos los argentinos, y no de una institución en particular”, aseveró.


 



(AUDIO) Aire Libre 963: