Con dedicación y el apoyo de su familia, Gabriela Martinez cumple su sueño académico

En una emotiva entrevista con -AIRE LIBRE FM- Gabriela Natalia Martínez, una madre de 37 años, ha compartido su inspiradora historia de esfuerzo y determinación. Recientemente, Gabriela se ha recibido como contadora pública nacional en la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales (UCES), un logro alcanzado mientras criaba a sus tres hijos. “Fue un desafío realmente”, admite Gabriela. Con su historia, refleja la realidad de muchas mujeres que combinan las responsabilidades de la maternidad con la aspiración de mejorar su vida y la de su familia a través de la educación.

Después de haber dejado sus estudios durante varios años para dedicarse a sus hijos, Gabriela retomó en 2020, coincidiendo con la pandemia, lo que le permitió estudiar de forma virtual desde su hogar.

 

Gabriela cuenta con gratitud cómo el apoyo de su familia y amigos fue crucial en este proceso. “No hubiera podido si no tengo un grupo de apoyo. Siempre traté de estudiar con los chicos conmigo para que se acostumbraran a que yo también tenía obligaciones”, relata. Sin embargo, admite que hubo momentos en los que necesitó pedir ayuda para poder concentrarse en sus estudios.

 

El camino no estuvo exento de obstáculos. Gabriela recuerda las veces que tuvo que priorizar la salud y las necesidades de sus hijos sobre sus estudios. “Si se enfermaban, me tenía que dedicar a ellos y después me levantaba mucho más temprano para poder leer”, explica. Esta actitud refleja una filosofía de perseverancia que busca inspirar a otros. “Hay que presentarse a los exámenes aunque no hayas podido estudiar todo lo que querías. Muchas veces aprobé así, y hoy tengo el título”, dice.

 

Gabriela también trabaja en un estudio contable con el contador Puñaloni y la contadora Pamela Robolini. Si bien valora la estabilidad que su trabajo actual le brinda, no descarta la posibilidad de, en un futuro, establecer su propio estudio contable. “Es una tranquilidad tener un título, significa un montón. Ahora, mi meta es que todo se acomode económicamente para poder crecer profesionalmente”, expresa con esperanza.

 

Para Gabriela, el esfuerzo no solo ha sido personal sino también un ejemplo para sus hijos. “Es como que nos recibimos los cuatro”, comenta emocionada, destacando la implicación y el apoyo de sus hijos durante este proceso. Cada examen aprobado no solo era una victoria personal, sino un triunfo familiar.

Gabriela deja un mensaje claro para aquellos que puedan estar en una situación similar: “Es fundamental pedir ayuda. No podemos hacer todo solos. Y hay que animarse a estudiar, siempre se puede. Aunque sea difícil, el esfuerzo vale la pena”.

 

Con historias como la de Gabriela Natalia Martínez, recordamos que el sacrificio y la dedicación pueden abrir puertas y crear un mejor futuro, no solo para uno mismo, sino para toda una comunidad. Felicitamos a Gabriela por su logro y agradecemos su valioso testimonio, que sin duda servirá de inspiración para muchos.