Cuáles son los proyectos del IPV, para las futuras construcciones

El Instituto Provincial de la Vivienda explicó los nuevos pasos que brindará ese organismo para buscar el financiamiento y seguir con obras de viviendas en Tierra del Fuego. La presidenta del Instituto, Laura Montes, sostuvo en AIRE LIBRE FM que ingresaron fondos para seguir con las construcciones, y adelantó uno de los proyectos que podrían aplicarse.

¿Cuáles son las obras que se van a realizar y el financiamiento?

“De las obras del IPV el financiamiento que tenemos es del 30% aproximadamente, es un monto fijo y en pesos, por lo cual cuanto antes los tengamos va a ser muchísimo más redituable. Nos permite, reiniciar la obra, porque es un monto importante para nosotros, son cerca de 5.000 millones de pesos. Por lo cual, podemos empezar nuestras obras de viviendas, que están entre Ushuaia y RG con una suma de 414 viviendas, más 64 viviendas que tenemos con fondos también de la provincia. Son un total de 500 viviendas que pueden reiniciarse, pudiéndose entregar aproximadamente a fin de año unas 500 viviendas.
La firma del convenio con Nación establece que sean todas viviendas de ese reinicio. Algunas van a tener un porcentaje mayor y otras menor de ese dinero que nos transfiere Nación. Lo ideal, digamos, sería que sería el 30% de cada obra”.

¿Esto quiere decir que hay algunas que van a tener una prioridad?

“Claro. Nosotros, si bien el reinicio va a ser para todas, tanto con fondos propios o fondos combinados, todas deben reiniciar porque ese es el convenio establecido por Nación. Y sean las 10 obras reiniciadas.
Nosotros nos dan libertad a la provincia, al IPV de decir qué mayor cantidad de dinero podremos poner en cada una de las obras.
Obviamente nosotros, como ya le comenté, vamos a establecer de poder terminar las que están más adelantadas porque eso va a generar un recupero que nos ayude con el resto después, pero básicamente todas más temprano o tarde van a terminar”.

¿Se tiene la expectativa de que se terminen antes de fin de año?

“Algunas sí. Le diría entre enero y febrero. Y algunas, por ejemplo, las que están más adelantadas acá en Río Grande, antes de fin de año. Las 54 de Río Grande. Y unas 200 en Ushuaia”.

¿Entonces para fin de año, enero o febrero se deberían terminar alrededor de 200 en toda la provincia?

“Así es. Y en el transcurso del año y medio próximo, esto dependiendo de nuestros propios financiamientos, ¿no? Claro. Porque eventualmente tenemos nosotros proyectos de tener financiamientos particulares, por lo cual va a depender de la activación de ese tipo de financiamientos para poder terminar con la mayor celeridad posible, al igual que los lotes con servicio”.
Hay un financiamiento que puede existir de sectores externos que tienen que ver con lo que es público-privado. Tanto de un segmento de la sociedad que puede hacer un ahorro previo, como de particulares que quieren hacer la inversión”.

¿Y cómo es el recupero para eso porque es distinto?

“El ahorro previo para una persona que antes estaba en el segmento de PROCREAR tiene un ahorro previo y ya sabe que le va a tocar una vivienda que va a ser adjudicada, así que nosotros también tenemos la posibilidad de hacer convenios de ocupación que son similares a un alquiler.
Hay un gran segmento de la sociedad, por ejemplo, que está con convenios o que probablemente esté con convenios que son los sectores más vulnerables, que no pueden tener acceso a pagar una vivienda. Entonces el Estado, por nuestro rol social, va a atender toda esa franja de la sociedad, pero a través de un convenio”.

Entonces, van a sumar inversores y está entonces esta posibilidad de hacer un ahorro previo, es decir, ir pagando ya antes de la adjudicación. ¿La gente sabe, está en conocimiento de qué vivienda les va a tocar?

“No todavía no, porque nosotros estamos trabajando en los proyectos. ¿Se acuerdan que desde el año pasado cambia el paradigma? Rampla la forma nuestra de proyectar, de programar la adjudicación de inversiones adicionales por, lo que ya hemos conversado y todos sabemos, los cambios de la política nacional. Por lo cual el IPV viene trabajando en varias opciones, en público-privado, que tiene que ver con inversor directamente.
Un inversor es alguien en particular que puede hacer un edificio con locales comerciales en planta baja, nosotros proponemos la tierra, proponemos algo de dinero, ellos también, entonces tenemos en contraprestación una cantidad de viviendas que podemos entregar.
Esto es un público-privado básicamente explicado, estamos trabajando a pequeña escala en ese tipo de soluciones que no tienen que ver con lo que viene de Nación, son situaciones o proyectos particulares en lotes nuestros”.

“Le doy un ejemplo. Tengo un macizo tiene 15, 20 parcelas. Si yo entregara este parcelamiento en 15 lotes con servicio, daría satisfacción a 15 soluciones habitacionales. 15 lotes con servicio, con lo cual la gente tendría que ir e invertir y hacerse su vivienda. Si el IPV hiciera un proyecto público-privado en el mismo macizo con la condición de que tendría que tener 15 soluciones habitacionales llave en mano, la misma cantidad de lotes, con un privado, sería beneficioso para el IPV y para la gente porque ya tiene su solución llave en mano y nosotros estaríamos dando la tierra para que alguien la densifique, por decirlo de alguna forma.
Pero esos son proyectos que el IPV nunca los ha hecho, que estamos en prescripción de hacerlo a pequeña escala, pero no tiene nada que ver con los proyectos que vienen y se financian a través de Nación”.

Y la otra novedad es que ha cambiado esta manera del cálculo de pago, de recupero justamente de las viviendas. ¿Cuáles son las características? ¿Cómo es ahora?

“Nosotros en mayo del año pasado ya modificamos la reglamentaria de recupero. Está atada al Índice de Unidad de Vivienda, UVI se llama. Esa es una variable que aparece a través del Banco Central, junto con todas las otras variables que tiene.
Utilizamos esa porque es la misma que se utiliza para la redeterminación en la construcción, en la ejecución de las viviendas.
Pero estamos, obviamente, según cómo se comporte, para que no pase lo que pasó eventualmente con la UVA. Se puede atar a cualquier otra variable, por ejemplo a los salarios. Y el UVI o desaparece o se torna muy elevado. Así y todo, hay otro tope también que tiene el IPV, por su rol social, que es que, ya lo conversamos con usted, las cuotas no pueden superar el 30% del haber declarado por el adjudicatario o la persona que tiene convenio.
Entonces, eso también es otro tope. Una de las cuotas más caras que tenemos hoy en Ushuaia por una vivienda unifamiliar es de 200.000 pesos, lo cual es aproximadamente menos de la mitad de un alquiler en la ciudad de Ushuaia”.

(EN EL AUDIO, LA ENTREVISTA COMPLETA).


() Aire Libre FM 96.3: