DIA 110: Félix María Paz es el primer gobernador de la Tierra del Fuego
Hoy nuestro relato hace referencia al nombre de la calle que conocemos como “Gobernador Paz”.
Una vez promulgada la Ley Orgánica de los Territorios Nacionales, Félix María Paz, fue designado como el primer gobernador del Territorio Nacional de Tierra del Fuego
El teniente de navío del Armada Argentina Félix María Paz, marino de gran trayectoria en la Patagonia, fue constituido como primer gobernador del recientemente creado Territorio Nacional de Tierra del Fuego. Una de las primeras medidas que tomó una vez en ejercicio de sus funciones, fue decidir que fuera Ushuaia, el incipiente núcleo urbano del canal de Beagle donde se encontraba radicada la misión anglicana del reverendo Thomas Bridges y la Subprefectura, la capital de su jurisdicción.
El 25 de febrero de 1885 inició la exploración de la isla Grande, a partir de la cual resolvió mediante un decreto la división de su jurisdicción en cuatro departamentos: Ushuaia, San Sebastián, Buen Suceso e Isla de los Estados. En ese viaje recorrió Lapataia, Gable, Picton, y las bahías Aguirre, Buen Suceso, Thetis y San Sebastián. Ya al tanto de las posibilidades del mismo, encaró la construcción del Estado en estas latitudes con medidas como la creación de la Policía Territorial y la edificación de la casa de Gobierno.
En su primer viaje a Buenos Aires, modalidad implementada a partir de entonces por todos los gobernantes para obtener los fondos que se requerían para emprender las obras en un sitio donde todo estaba por hacerse, además de los recursos materiales y mano de obra para emprenderlos, obtuvo la asignación del aviso Comodoro Py como buque de estación, para atender las necesidades de la gobernación.
Durante su gestión se realizaron otras dos expediciones exploratorias a la isla: La de Ramón Lista, sobre el litoral, con importantes aportes para la geografía y potencialidades de la zona, y otra muy distinta, al norte de la isla, a cargo del expedicionario rumano Julio Popper. El ingeniero Popper se estableció en la península de El Páramo e inició lo que se conoció como la quimera del oro, al instalar con la autorización de las autoridades nacionales “La compañía Lavaderos de Oro del Sur”.
Algunas iniciativas lograron concretarse: en el pequeño núcleo urbano, el establecimiento del “Primer argentino”, el primer comercio de Ushuaia, y, sobre las costas del Canal frente a la isla Gable, la fundación de la estancia Harberton. Desde su arribo debió afrontar las dificultades de la navegación, el clima, aislamiento e incomunicación de la capital, caracterizándose su gestión por la constante demanda de soluciones a las autoridades nacionales para poder responder a los requerimientos de la escasa población asentada en la gobernación. Entre los más graves inconvenientes que debió enfrentar, las epidemias de sarampión, que diezmaron al pueblo yagan establecido en torno a la Misión, y posteriormente las de tuberculosis y neumonía, que aceleraron el proceso de extinción. En las dos ocasiones la inexistencia de los medios sanitarios y especialmente de profesionales, fueron factores tan perniciosos para su extinción, que incluso, su deteriorado sistema inmunológico.
El asentamiento de Popper en el norte fue otro de los grandes problemas con los que debió lidiar, ya que el ingeniero rumano no sólo actuaba con total independencia de su autoridad, sino que contaba con el aval de Buenos Aires en todo lo que emprendía. Esto fue tan así que, cuando el gobernador autorizó a otras personas a iniciar la explotación de oro en su jurisdicción, Popper inmediatamente lo contrarrestó con un proceso judicial para que se solucionara el conflicto en los tribunales de Justicia y Crimen de la Capital Federal .
Designado para un segundo mandato, no pudo concretar las disposiciones impostergables que tenía proyectadas, al resolver alejarse del territorio antes de finalizar el período, al reconocer que no contaba con el aval de las autoridades nacionales.
(🎙) Aire Libre FM 96.3: