Día 13: Silvia González y Juan Carlos mora son los Fueguinos detenidos-desaparecidos
En el día Nacional de la Memoria por la verdad y la justicia, recordaremos a las dos personas de nuestra ciudad que fueron víctimas en la época oscura de nuestro querido país.
Silvia González tenía 18 años y Juan Carlos Mora 20 años, oriundos de Río Grande, se encontraban casados. El matrimonio fue secuestrado de su domicilio de la ciudad de La Plata. Desaparecieron 1° de diciembre de 1976.
Una calle del barrio AGP tiene por nombre Juan Carlos Mora, para muchos el “Chino”. Es parte del recuerdo y la memoria de la historia de Río Grande y una herida aún abierta de aquellos años oscuros de la Argentina.
Silvia González estudiaba enfermería y Juan Carlos Mora medicina. En aquellos tiempos, en Río Grande no existía una amplia oferta educativa. Por ello, los jóvenes que querían continuar sus estudios, debían migrar hacia las grandes ciudades de la República Argentina.
La pareja se casó en el otoño de 1976 y en ese mismo año partió hacia La Plata. Allí el matrimonio alquilaba una pensión en la calle 15 N° 873 y ese fue el lugar en el cual el “Chino”, comenzó a militar. Esa alternativa para transformar la realidad, para construir un mundo más justo. Cuando finalizaba el trágico año 76, se apagaba esa luz de esperanza. El 1° de diciembre un grupo de tareas, de entre diez o quince individuos, con total impunidad, a cara descubierta ingresaron a su vivienda y se los llevaron en vehículos, maniatados y encapuchados. Testigos (entre ellos Carlos Francesco) aseguran haberlos vistos en la Comisaría 5ta. de La Plata y luego en el centro clandestino de detención “Pozo de Arana”.
Gustavo Mariani, amigo de Juan Carlos le envió en el año 1985 una carta a su madre comentándole que poco antes de desaparecer, tuvo una conversación con él, quién le aseguró que Silvia estaba embarazada. Además manifiesta que “hombres de civil fuertemente armados que dijeron pertenecer a fuerzas conjuntas de seguridad, revisaron la habitación donde ellos estaban, se llevaron los documentos, y los pasajes para Tierra del Fuego porque comenzaban sus vacaciones, entre otras cosas”.
Silvia estaba embarazada de 4 o 5 meses. El bebé podría haber nacido entre mayo y junio de 1977.
La noticia llega a la pequeña ciudad de Río Grande, y la movilización por encontrar a los jóvenes fue rápida. El padre de Juan buscaba respuestas y realizaba denuncias, todas en vano. En tiempos de silencio e individualismo surgió la solidaridad. Se realizó un petitorio, por un grupo de vecinos, al General Videla, pidiendo por el matrimonio.
Los restos de Silvia y Juan fueron identificados por el Equipo Argentino de Antropología Forense, en el año 2009; sus restos se hallaban en una fosa común en la localidad de Avellaneda. Los padres de Silvia y Juan, se fueron de Río Grande. Los primeros viven en La Plata; mientras que los padres de Juan viven en Mar del Plata. Elisa, la mamá de Juan aún busca incansablemente a su nieto a través de la organización Abuelas de Plaza de Mayo. Sus nombres y recuerdos continúan en las calles, en la memoria de los amigos y conocidos. Como los 30.000 que hoy no están, son recordados permanentemente. Cada año, cada 24 de marzo, en la esquina de la Avenida Belgrano y Mackinlay, en el “Espacio de la Memoria”, Silvia y el “Chino” están ¡Presente ahora y siempre!