Día 3: El funcionamiento de la estancia
Hoy señalaremos como funcionaba el sistema de la estancia, que impiclancias tendría en el espacio geográfico y sus habitantes.
La estancia debe ser entendida -en la Patagonia fueguina- como una unidad de explotación rural y organización socio-económica compuesta por miles de hectáreas de tierras (latifundio) destinadas a la cría de ganado en forma extensiva. Se caracteriza por la presencia de un casco de estancia, es decir, un centro de edificios que incluye la casa principal, las barracas para trabajadores, silos de almacenaje, establos, caballerizas, bodegas, talleres, almacenes, iglesia y dispensario.
Los peones y obreros que venían a trabajar llegaban en el transporte marítimo como el Vapor Amadeo, que poseía Menéndez, provenían la mayoría de punta Arenas. Desde donde también abastecían con las provisiones y los insumos necesarios para la construcción.
La ocupación de estas tierras, por parte de los estancieros significó, por un lado, la matanza del principal herbívoro de la isla: el guanaco ya que éste ocupaba el mismo nicho ecológico que la oveja. En la Patagonia las hierbas tiernas era un recurso escaso, por lo cual, la introducción de ovejas en grandes cantidades superaba la capacidad de regeneración, por lo que los estancieros se vieron en la necesidad de exterminar al guanaco para potenciar su negocio.
La instalación de las unidades productivas con el modelo de la estancia, implicaba alambrar los campos para tener el control de las ovejas que poseían y los límites de cada terrateniente
Por otro lado, los shek’nam, como sociedad pedestre, al encontrarse con una reducción del recurso guanaco, se vieron en la necesidad de proveerse de lanares, que además de haber en abundancia, eran más fáciles de cazar “… los shek’nam no dudaron en considerar como pertenecientes a la comunidad aquellas mansas ovejas que, misteriosamente, habían aparecido en sus haruwen o zonas de caza…”
El explorador chileno Alejandro Cañas Pinochet, recorrió Tierra del Fuego en ese tiempo y relata así lo que vivenciaba: “Desposeído de sus tierras y de su libertad para perseguir sus guanacos y otros animales que les proporcionaban su principal alimentación, los indios acometieron hambrientos las majadas de ovejas, a las que llamaban guanacos blancos, y esto provocó las más crueles hostilidades contra los naturales a los que llamaban indios ladrones y que era necesario extirpar…”
Así mismo, el modo de subsistencia de los aborígenes se vio anulado porque el alambrado imponía una concepción de propiedad privada que les era ajena desde lo cultural y tomaban a la oveja como un recurso disponible; situación que los convertía en enemigos de los estancieros, y que dio inicio a persecuciones y matanzas muy sangrientas.
Esto motivó a los estancieros a considerar a los aborígenes como ladrones y enemigos. Por esta razón ellos y sus encargados justificaron diferentes metodologías para exterminar a las sociedades aborígenes, el escocés Mac Lennan justificó sus atrocidades con las siguientes palabras “Al matarlos se realizaba una acción humanitaria puesto que los indígenas nunca podrían convivir con los blancos, y cuanto más pronto fueran exterminados, mejor, pues era una crueldad mantenerlos cautivos, aunque fuera en una misión, donde languidecían o morían de enfermedades importadas.”
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