Diego, se recupera día a día de su adicción a las drogas
Diego, tiene 41 años y transcurrió una etapa muy difícil como adicto a las sustancias, actualmente lleva tres años y 28 días sin consumir, un hecho que lo logró gracias a la fuerza de voluntad y el apoyo de sus familiares. Estuvo presente en los estudios de -AIRE LIBRE FM- y se refirió a los grandes desafíos que tuvo que afrontar para adaptarse a una vida sin sustancias. Su historia es un testimonio de fuerza, perseverancia y la capacidad de superar las adversidades. Diego demuestra que es posible dejar atrás la adicción y construir una vida mejor con el apoyo adecuado y la determinación personal.
Comenzó consumiendo cocaína a los 18 años y durante casi 20 años luchó contra su adicción, que se intensificó cuando empezó a trabajar en la industria petrolera y tenía más dinero para comprar drogas en grandes cantidades.
El punto más bajo de su adicción fue cuando empezó a consumir crack, una forma altamente adictiva de cocaína.
Con respecto a su decisión de empezar a consumir, señaló “Yo creo que primero fue una lección de vida que uno toma, después ya entras en un pozo y no podes salir, estas adentro del pozo y queres salir y la paredes patinan, es algo muy triste, es el infiero mismo.”
“Cuando comencé a consumir heroína, ahí fue cuando dije listo, primero tuve que pedir ayuda a dios y después a un ser humano; en este caso el me ayudo mucho a mí fue el marido de mi mamá; en ese momento me fui a internar, por mi propia voluntad. En plena pandemia fui a Buenos Aires, estuve 180 días internados, fue durísimo, yo no tuve abstinencia ni nada de eso; la pase mal en el sentido de que vi cosas muy feas, estaba con chicos de todas partes. mas que nada de Buenos Aires y Conurbano, convivir y escuchar todas sus cosas, y vos decís ¿Cómo puede? si no fuera por mi internación, yo estaría muerto.”
“Mi vida cambio en todos sentidos, es muy difícil cuando es tu recuperación porque empezas a sentir las cosas. No tenia sentimientos porque la droga anula todo. Yo no tenia tiempo , yo ahora salgo de acá y me voy a comer a lo de mi vieja; antes no podía, porque el crack o la heroína me decían “No, para que vas a ir a lo de tu vieja.”
Una vez que regresó a Río Grande, continuó su proceso de recuperación con el apoyo de su familia y participando en terapia individual y grupal. También se unió a grupos de ayuda mutua como Alcohólicos Anónimos y Narcóticos Anónimos, donde encontró apoyo y comprensión de personas que habían pasado por situaciones similares.
La espiritualidad y la fe también han sido fundamentales en su proceso de recuperación. A través de la oración, la meditación y la conexión con una iglesia local, Diego ha encontrado fortaleza y esperanza para seguir adelante.