Emilio Sáez y su innovador emprendimiento avícola en Tolhuin

Ubicado sobre la calle Gendarmería Nacional, muy cerca del lago Fagnano, el empresario Emilio Sáez ha decidido dar un giro en su vida laboral y apostar por un emprendimiento innovador y con fuerte sentido comunitario. Con más de 70 años, Sáez dejó atrás su dedicación exclusiva a la panadería para crear un espacio donde la producción de huevos y lechuga hidropónica se combina con la posibilidad de compartir experiencias con vecinos y turistas.

“Siempre uno trata de innovar y buscar otros caminos. Tengo 71 años y quiero hacer algo distinto. Desde hace tiempo tenía el sueño de hacer un gallinero especial, donde los animales sean los protagonistas y el lugar sirva también para compartir con la gente”, comentó Sáez en diálogo con este medio.

 

El emprendimiento se encuentra en una ubicación privilegiada, a aproximadamente un kilómetro del lago Fagnano, con una vista panorámica de la zona. Allí, Sáez ha construido un gallinero de 1.600 metros cuadrados, donde actualmente cría 230 gallinas en condiciones de pastoreo. “Las gallinas duermen calentitas y a la mañana salen a recorrer el terreno. La idea es que estén bien cuidadas, en un ambiente natural y cómodo”, explicó. Según sus cálculos, en unos dos meses comenzarán a poner huevos, con una producción estimada de 200 unidades diarias.

Lo más llamativo de la propuesta es su carácter abierto y gratuito. Sáez planea invitar a la comunidad y a los visitantes a conocer el proceso de producción, interactuar con los animales y hasta cocinar los huevos en el lugar. “Dentro del gallinero tengo una plancha y todo listo para que la gente pueda venir, elegir un huevo del nido y cocinarlo en el momento. Me gustaría que esto sea una experiencia para todos, en especial para los turistas que vienen de afuera”, señaló.

 

Además de la cría de gallinas, Sáez decidió incursionar en la hidroponía, un método de cultivo que permite producir alimentos sin necesidad de tierra, optimizando el uso del agua y los nutrientes. Actualmente, cuenta con 500 plantas de lechuga bajo este sistema y espera ampliar su producción en los próximos meses. “Hemos hecho pruebas y tuvimos una buena cosecha. Ahora estamos listos para sembrar y autoabastecernos”, explicó. Su objetivo es utilizar estos productos tanto en su emprendimiento avícola como en su panadería, integrando la producción local a su negocio gastronómico.

 

Uno de los aspectos más novedosos del proyecto es la cría de tenebrios, una especie de larva utilizada en la alimentación animal en Europa debido a su alto contenido de proteínas. Sáez ha decidido incorporarlos a la dieta de sus gallinas para mejorar la calidad de los huevos. “El tenebrio es como un cascarudo, también llamado gusano de la harina. Tiene más proteínas que la carne y se cría fácilmente. En Europa ya lo usan mucho y quiero probar si podemos incorporarlo acá para que las gallinas tengan una alimentación más rica en nutrientes”, detalló.

 

El proceso de cría de estos insectos requiere de temperatura controlada y cuidados específicos, pero Sáez está entusiasmado con la posibilidad de ofrecer huevos de máxima calidad a través de esta alimentación complementaria.

 

Más allá de la producción de huevos y lechugas, el objetivo de Sáez no es comercial, sino social. Quiere que el lugar se convierta en un punto de encuentro, donde las personas puedan aprender, compartir y llevarse una experiencia diferente. “Quiero que la gente venga, disfrute, aprenda y se lleve un buen recuerdo. No se trata de vender, sino de compartir”, enfatizó. Además, planea recibir visitas escolares para que los niños puedan conocer de cerca el proceso de producción de huevos y verduras, fomentando la educación en alimentación y producción sustentable.

 

Con entusiasmo y visión, Emilio Sáez pone en marcha un emprendimiento que combina tradición, innovación y comunidad, ofreciendo una experiencia única en el corazón de Tolhuin.