Resolución judicial: Fin a la discriminación laboral por un hecho de violencia de género
En un fallo histórico, el juzgado de Río Grande ha emitido una sentencia que marca un hito en la lucha contra la violencia de género y la discriminación laboral. La decisión judicial, basada en la Ley 26.485 de erradicación de la violencia de género y la Convención de Belén do Pará, ha reconocido que una víctima de violencia doméstica no debe ser penalizada en su ámbito laboral por las acciones de su agresor.El caso involucra a una mujer, quien fue despedida de su trabajo tras ser agredida por su ex pareja en su lugar de empleo. Este incidente fue el último de una serie de actos violentos que comenzaron en 2015. A pesar de no haber provocado la situación, María fue injustamente despedida con causa, basándose en el altercado causado por su agresor. -AIRE LIBRE FM- dialogó con los abogados José Luis Álvarez y Matías Buzzerio, quienes informaron sobre el trabajo judicial que se realizó.
El juez Fernando Cajzac ha roto con los estereotipos tradicionales al aplicar una perspectiva de género en su veredicto, reconociendo que la responsabilidad de la violencia recae en el agresor y no en la víctima. La sentencia dictamina que María no es responsable del hecho de violencia y, por lo tanto, su despido fue discriminatorio y sin justificación.
“Es un caso testigo, un leading case, es la primera vez en Río Grande que se determina y se falla en un caso con perspectiva de género,” explicó el Dr. Álvarez, uno de los abogados del caso. “La señora, asesorada por nosotros, vino al sindicato de comercio, y le dijimos, vamos a darle la oportunidad a la empresa que retrotraiga esta medida porque es discriminatoria.”
Además, la sentencia establece una indemnización por daño moral, aplicando el artículo 182 que contempla 12 sueldos correspondientes, reconociendo así el daño sufrido por María debido a la discriminación por perspectiva de género.
“La indemnización también es novedosa, porque plantea que le corresponde el despido y la indemnización por el daño moral, porque yo estoy siendo víctima de una discriminación,” señaló el Dr. Buzzerio, quien también representa a María.
Este caso no solo proporciona justicia a María, sino que también sirve como un precedente legal para futuros casos similares, asegurando que las víctimas de violencia de género sean protegidas y no penalizadas en su entorno laboral.
La rapidez del proceso judicial, que tomó solo ocho meses desde la presentación de la demanda hasta la emisión de la sentencia, es otro aspecto destacable del caso. La utilización de procedimientos orales y la grabación en video de los testimonios han permitido una mayor transparencia y comprensión del caso.
Este fallo es un paso significativo hacia la erradicación de la violencia de género y la discriminación laboral, y refuerza el compromiso del sistema judicial argentino con la protección de los derechos de las mujeres.