Día 1: Hoy relataremos como la orden Salesiana llega a estas tierras
La orden europea dirigida por San Juan Bosco comenzó su labor misionera en tierras patagónicas a partir de los “sueños ” o “visiones” que su mentor manifestó, desde 1855, que tenían por finalidad traer el evangelio al fin del mundo. Hacia 1886 encontramos presencia efectiva de la Orden Salesiana a través de las figuras relevantes de Monseñor Fagnano, los Padres Beauvoir, Bernabé, Antonio Ferrero, Juan Aliberti, y las Hermanas de la Orden de María Auxiliadora.
Monseñor Fagnano -que había llegado con la expedición de Ramon Lista a la Isla de Tierra del Fuego- inicia la exploración de la isla Dawson, ya determinada como territorio chileno, para establecer una reducción indígena.
El misionero recorrió la isla de este a oeste para poder ponderar cual sería el mejor lugar donde construir una misión alejada de los buscadores de oro y de los estancieros -que cada vez eran más numerosos.
Desde la isla Dawson, y después de haber establecido la reducción de San Rafael, Monseñor Fagnano comenzó a organizar los preparativos para establecer una nueva misión en la zona norte de la Isla, a orillas del río Grande.
Para la elección de este lugar – identificado como ” la zona de los Barrancos Negros” Monseñor tuvo en cuenta muchísimos aspectos, leemos en crónicas de esa época: “… nada de lo que había a su alrededor escapaba al análisis de la viabilidad del espacio misionero: la posibilidad de inundación (porque el agua corre de occidente a oriente, […] antes de desembocar en el Atlántico, once millas al sur de Cabo Sunday y cinco o seis al norte del Cabo Peña. […] Mide tres metros de hondura en la baja marea y hasta nueve en la alta; la riqueza natural, flora y fauna entran abundantemente durante la marea alta y no pocos quedan en lo seco cuando aquélla baja. Los bosques para la leña distan unos cuarenta kilómetros hacia occidente y unos quince hacia el sud y sus habitantes originarios, los onas, son bien formados y capaces de cualquier instrucción”.
Este nuevo establecimiento, fundado el 11 de noviembre de 1893, fue bautizado por el Padre Salesiano Beauvoir como Misión de Río Grande, pero Monseñor Fagnano le cambió su nombre a “Misión de la Candelaria”. El nombre “Nuestra Señora de la Candelaria” se debe a que el Padre Antonio Ferrero, director de la Misión Dawson, estaba ayudando en faenas cuando una vaca lo embistió; al salvarse de este accidente y recordando que ése día era el de la Candelaria, le prometió a la virgen fundar un establecimiento en su nombre a modo de agradecimiento.
Otra versión acerca de la designación del nombre, nos dice que fue en honor al día en que habían salido en su misión de reconocimiento hacia Tierra del Fuego.
A este primer establecimiento, los grupos shelk’nam, que acudían a ellos a cobijarse a protejerse al ser expulsados por los ganaderos de sus propias tierras, para conseguir alimentos.Ellos iban, comían y seguían …
También las Hermanas de la Orden María Auxiliadora, dirigidas por Sor Luisa Ruffino, arribaron a esta nueva misión. El padre Beauvoir relata en sus registros: “los salvajes al principio, no se cansaban de mirarlas, llamando de un modo muy especial el traje que visten; éste les valió el nombre de kasteciáci o pájaros pingüino”.
A esta fundación se fueron sumando bandas nómadas de pueblos originarios, cuya empatía fue lograda a través de un proceso largo, ya que venían siendo hostigados por las incursiones de estancieros y buscadores de oro que estaban comenzando a producirse.Se lee en las crónicas: “Con las galletas y las frazadas llegaron las oraciones, el persignarse, la higiene personal; pero la falta de provisiones llevó a que tuvieran que comenzar a despedirlos, hasta que una nueva goleta trajera las buenas nuevas”.
No obstante lo mencionado anteriormente, muchos fueron los factores que hicieron que esta primera fundación fracasara: la falta de aprovisionamiento de víveres, la imposibilidad del desembarco normal y periódico de barcos que mantuvieran conectado el lugar con los puertos de Punta Arenas y Ushuaia, y finalmente, como factor concluyente, el incendio que tuvo lugar el 12 de diciembre de 1889, el cual redujo el sitio a cenizas y obligó a una nueva refundación.
En próximos encuentros seguiremos compartiendo como continúa esta historia….