La compra del Casino Club de Ushuaia, un nuevo contrapunto entre Bertone y Melella
“Pelea entre dos K por la compra de un casino a Cristóbal López” tituló Clarín este jueves para mencionar el nuevo conflicto entre el gobierno saliente y el entrante por la compra del Casino Club de Ushuaia. El edificio fue valuado en 10 millones de dólares.
“Mientras parecen cerrarse algunas fisuras en el traspaso más complicado del país, el de Mauricio Macri a Alberto Fernández, la transición entre dos kirchneristas en la provincia más austral de la Argentina se convirtió en un verdadero escándalo. La pelea en Tierra del Fuego entre la gobernadora saliente Rosana Bertone y su reemplazante Gustavo Melella incluye acusaciones públicas, presentaciones judiciales y una puja millonaria con el empresario Cristóbal López en el medio“, sostiene hoy un artículo publicado por Clarín.
La historia con el zar del juego, detenido alternadamente desde fines de 2017, se enfoca en el edificio del Casino Club Ushuaia, inaugurado hace 9 años, durante la gestión de la gobernadora Fabiana Ríos. Es una mole que da al Canal Beagle, con forma de ballena.
“El año pasado, tras su cierre, el despido de 90 empleados y la propuesta de dos adolescentes en la plataforma change.org, Bertone impulsó su compra para convertirlo en centro cultural. La mandataria peronista venía promoviendo un menor desarrollo del juego en la zona y, a fines de 2018, con el apoyo del grueso de los legisladores del Frente para la Victoria y de Cambiemos, logró que se aprobara la compra en 10 millones de dólares. El tema es que la mayor parte de la erogación (cerca del 80%) deberá hacerla su vencedor, el radical K Melella, actual intendente de Río Grande”, detalla el matutino.
Y agrega: “El edificio primero decían que iba a costar 6 millones, después 8 millones y finalmente se aprobó por 10. Y ahora apuraron el pago de 2 millones, pero habrá que pagar todo el resto en nuestra gestión”, se quejan en el entorno de Melella.
Detalle: el próximo presidente asesoró como abogado al Grupo Indalo, por un vínculo con Fabián de Sousa, socio de López, y en su momento fue muy crítico de la detención del empresario del juego. Pero ninguna de las partes menciona su nombre en esta pelea.
Más acusaciones
Los cruces por la transición entre Bertone y Melella, claro, no se terminan en el edificio ballena. El radical K acusó en una carta a la actual administración de permitir el pase a planta permanente de 500 empleados. Un clásico de las gestiones derrotadas y salientes.
Melella se mostró preocupado por la “celeridad” con que “se vienen llevando adelante procesos de licitación y contratación de obra que afectan y condicionan la futura administración”. En ese contexto, y por los problemas económicos del distrito, está en contra de la compra del edificio. Lo explica su entorno: “Gastar 10 millones de dólares para hacer un centro cultural, como está la provincia ahora, no es prioritario. Y además, al tener que pagarlo nosotros, nos condiciona la gestión”.
Bertone rechazó las acusaciones y le respondió también con una misiva a su reemplazante, porque este evitó un encuentro para avanzar con la transición: “Ninguna diferencia puede postergar las prioridades de los fueguinos. Espero que la agenda de Gustavo Melella empiece a incluir un espacio de diálogo y discusión seria sobre el futuro de la provincia con todos los actores, sin exclusiones”. El cruce fue a principio de mes.
Ambos venían de una campaña durísima. El año pasado, Melella fue denunciado por el presunto pedido de favores sexuales a tres trabajadores de la construcción, a cambio darles trabajo. Entonces, el intendente lo vinculó con su lanzamiento como precandidato para ser gobernador. Y en su espacio apuntaron a Bertone. Algunas supuestas víctimas se desdijeron pero la causa sigue abierta.
Mientras, la situación de la provincia se fue complicando. La caída del consumo a nivel nacional afectó a las históricas ensambladoras de televisores, aires acondicionados y otros electrodomésticos que se venden en todo el país. Allí no hay grieta: desde hace décadas, los principales negocios de Tierra del Fuego están vinculados a la firma Newsan, del empresario Rubén Cherñajovsky (quien se reunió varias veces con Alberto Fernández y años atrás fue muy cercano a Daniel Scioli), y a la dupla Macri-Caputo, la familia del presidente y su hermano de la vida.