La importancia de las aves playeras migratorias en Tierra del Fuego

Cada año, miles de aves playeras migratorias llegan a las costas de Tierra del Fuego luego de un extenso viaje desde el hemisferio norte. Estas especies encuentran en la región un refugio fundamental donde pueden alimentarse y recuperarse antes de emprender el regreso a sus zonas de reproducción. Sin embargo, su presencia enfrenta diversas amenazas, muchas de ellas derivadas de la actividad humana. Para profundizar en la importancia de estas aves y en la necesidad de proteger su hábitat, Aire Libre Fm dialogó con Tabaré Barreto, integrante de la ONG Fundación Estepa Viva, organización que trabaja en la conservación y concientización sobre la biodiversidad fueguina.
Barreto explicó que estas aves llegan desde el norte de Canadá y algunas desde Alaska, permaneciendo en la región durante el verano para alimentarse, descansar y cambiar su plumaje antes de emprender su regreso en marzo. “Es un viaje de 16.000 kilómetros, que no hacen de una sola vez, pero pueden volar hasta 8.000 kilómetros sin parar, durante cuatro o cinco días seguidos”, detalló.
En cuanto a su alimentación, señaló que han encontrado en las costas de Tierra del Fuego su nicho ecológico. Se alimentan principalmente de almejas y gusanos marinos, y prefieren estos lugares fríos y con grandes superficies intermareales, ya que en zonas más cálidas hay más depredadores y enfermedades.
Sobre la importancia de la Reserva Costa Atlántica de Tierra del Fuego, Barreto enfatizó la necesidad de compartir la playa de manera responsable con estas aves. Explicó que durante la bajamar ellas se alimentan lejos de la orilla, pero cuando sube la marea buscan sitios específicos para descansar. En ese sentido, recomendó evitar caminar cerca de las bandadas para no interrumpir su descanso.
Respecto a la cantidad de aves que llegan cada año, Barreto mencionó que en Río Grande se han contabilizado alrededor de 700 becasas de mar, 3.000 playeritos rabailla blanca y una disminución significativa en la población del playero rojizo, que pasó de 5.000 ejemplares en el pasado a apenas 60 en la actualidad. Explicó que esta reducción se debe, entre otras causas, al cambio climático y a la sobreexplotación del cangrejo herradura en la Bahía Delaware (EE.UU.), una fuente clave de alimento para estas aves durante su migración.
Barreto también destacó un cambio en la percepción de los disturbios que afectan a las aves en la playa. “En 2020 hicimos mediciones y descubrimos que el problema más grande no eran los cuatriciclos ni los perros sueltos, sino las personas caminando cerca de las bandadas. El vuelo constante para escapar de los humanos impide que las aves descansen lo suficiente”, explicó.
Finalmente, Barreto compartió una experiencia positiva: “Hace poco vi a tres adolescentes detenerse al ver una bandada y cambiar su rumbo para no molestarlas. Eso demuestra que el mensaje está llegando y que hay un cambio de conducta en la comunidad”.
Desde la Fundación Estepa Viva continúan trabajando en la concientización sobre la importancia de estas aves y la necesidad de proteger su hábitat en Tierra del Fuego.