La importancia de tener hábitos saludables para mejorar la calidad de vida

En el marco de la conmemoración del Día Mundial de la Lucha contra la Obesidad -que fue este martes 12- AIRE LIBRE FM recibió a la doctora Anabella Pastorelli, quien es médica de familia y laboral. Destacó la importancia de abordar el sobrepeso, sus causas y cómo adoptar hábitos saludables para mejorar la calidad de vida y prevenir enfermedades.

La profesional comenzó señalando que “la población tiene que saber que realmente estamos viviendo una pandemia mundial en el siglo XXI, que es el tema del sobrepeso y la obesidad, y afecta a personas de todas las edades.
Las etapas de Prochasca son etapas de cambio, donde cada persona lleva un proceso interno para llegar a tener una modificación en su vida. Tenemos que tener en cuenta básicamente que, como dice el libro Quijote de La Mancha, que soy yo en mis circunstancias, ¿sí? El problema de la obesidad, aparte de mi carga genética y mi persona, es todo lo que uno vive, ¿sí? Porque este equilibrio energético no es porque como demasiado. Es como demasiado, a veces duermo poco, trabajo todo el día, no tengo tiempo de cocinar, estoy estresado, como rápido, como mucha comida industrializada, comprada, como con mucha sal, con mucha grasa, no tengo tiempo de hacer deporte, vivo en un lugar con mucho frío, encerrado. ¿Cuáles son una serie de factores que hacen que uno llevemos a este punto donde no nos damos cuenta de si mantenemos 3 camperas, alzamos, y de repente un día no te dan el pantalón y nunca te diste cuenta.
Y después cuando llega la primavera uno empieza a soltarse de ropa y ahí se da cuenta que ha pasado el invierno y arrasó con todo”.

¿Cuáles son los factores que nos llevan a encontrarnos en esta situación?

“La parte emocional, el estrés, este desequilibrio energético no es tan solo la comida en sí, sino es la forma en la que uno vive. Tenemos que tener en cuenta que hoy tenemos un problema de obesidad que no teníamos antes. Antes las mujeres cocinaban más en la casa, comíamos comida más cocinada, estábamos más tranqui con el trabajo, por ahí eran otras sociedades donde la madre estaba en la casa. Hoy tenemos mamá y papá fuera de la casa y se come lo que hay. Y de hecho la heladera, tenemos una heladera obesogénica.
¿Qué significa obesogénica? Tengo salchicha, tengo fiambre, tengo mucho pan, a veces no hay fruta ni verdura, me olvido de comprar, estoy muy apurado, muy rápido.
Entonces esta situación de estrés y esta situación social en la que vivo, donde también se suma la oferta permanente de comida. Yo cuando quiero hablo por teléfono y tengo mi teléfono y dinero, como a cualquier hora estoy estresada, el picoteo, el picoteo y todo esto me lleva a que tengamos una sociedad que sea diferente a sociedades antiguas, digamos. Antes era diferente que ahora y tenemos este problema serio donde estamos en automático y no nos estamos dando cuenta que este sobrepeso nos está afectando muchísimo”.

¿Cómo nos afecta?

“Entre otras cosas, la parte fundamental es que la obesidad o el sobrepeso está asociada a muchas enfermedades que son potencialmente graves. Un ejemplo fundamental es el problema cardiovascular y los infartos asociados al colesterol en la sangre. Por supuesto que hay problemas cardiovasculares no siempre asociados a problemas de obesidad. Hay gente que tiene genéticamente alguna alteración cardiovascular con una probabilidad de tener infartos o eventos cardiovasculares. Y no son obesos. Y no son obesos.
Así como uno hace un asado y queda la grasita y sobrenadando, cuando se secó el asado, se apagó la grasa y queda el blanco en la sartén, esa misma grasa tapó nuestras cañerías.
Nuestras cañerías, nuestras arterias, nuestros vasos, a nivel cerebral, a nivel fenal, a nivel cardiovascular. Entonces, la probabilidad de tener un evento cardiovascular de acá a 10 años aumenta por la forma en la que vivimos. Es decir, podemos comer, no sé, esa carne, no sé, el asado o algún otro elemento, algún otro producto o alimento, pero al mismo tiempo tener otras conductas en nuestra vida, no sé, ejercicio o algo más”.

¿O erradicar el tema del consumo de carne o cocinarla de manera diferente?

“Mira, de todo un poco, ¿sí? El hábito de vida es todo.
El hábito de vida es cómo duermo, si regulo mi metabolismo, si descanso bien, si hago un poco de deporte, si duermo las horas necesarias y si como respetando los tiempos de comida y, por supuesto, la cantidad y calidad adecuados. La carne sí o sí tiene grasa. Si nosotros reducimos la cantidad de carne que consumimos, mejor. Comer carne dos veces por semana es lo ideal, pero tenemos en Argentina una productora de carne y somos muy consumidores de carne. Sí, de hecho, sí. Entonces, la gente está habituada a que hay gente que dice, ah, si no tengo carne, no tenés nada de la hora.
Sí, más que no fuera almuerzo. Sí, si no he tenido un puchero, una carne, un bife, no hay comida. No tienen en su mente una tarta de verdura, un bocadito de aceite o alguna otra alternativa más saludable por una cuestión cultural.
Lo ideal es realmente bajar el consumo de carne, es muy importante y, por supuesto, saber combinar las comidas. Siempre con fibra, que también tenemos muy poca fibra en la alimentación, más semillitas de lino, semillita de chía, un poquito más de legumbres. Sí, respetar, como te decía, el tiempo de comida y tratar de evitar el picoteo. Por supuesto, consumir agua. O sea, lo ideal sería hacer las cuatro comidas y dejar el picoteo o se pueden hacer ingestas, porque en determinadas épocas, viste, de pronto aparece la ingesta, después aparece el ayuno intermitente, después siempre se van poniendo de moda diferentes tipos de dietas, que la disociada, que esta, que aquella, y uno va tomando y va agarrando y va viendo qué manera y de cómo poder”.

¿En qué momento el ser humano, o sea nosotros, hacemos el click para decir no, esto ya no quiero para mi vida? ¿Cómo lo podemos manejar? ¿Cómo lo podemos emprender? ¿Cómo de pronto alguien está escuchando en este momento y dice no, tiene razón la doctora, yo a partir de ahora quiero cambiar.

“Teniendo en cuenta que el problema de obesidad es multifactorial, también es importante que si no le dice al paciente que coma distinto o tiene un hábito distinto, eso no es suficiente, no es suficiente decirle a alguien que deje de fumar, porque es una actitud que él no le va a dejar si desde adentro no está ese cambio de escala de valores. Acá interviene lo que se llama etapa de Prochasca. ¿Qué significa? Son diferentes etapas en las cuales pasa un ser humano con un proceso cognitivo-conductual donde tenemos, por ejemplo, la primera etapa se llama pre-contemplativa.
En esta etapa vos le decís al paciente que lo mejor que puede hacer es cambiar su hábito, pero si la persona no lo asume como un problema y no le vea el problema, no tiene sentido la consejería. Tiene que estar convencida de que tiene que hacerse un cambio. Entonces, de la etapa pre-contemplativa pasas a la etapa de contemplación. En la etapa de contemplación vos ya le ves al problema y decís, la verdad es que no me entre la ropa, la verdad es que estoy comiendo demasiado, la verdad es que estoy gastando mucho en antihipertensivo, tengo que empezar con el antidiabético, tengo que bajar un poquito el consumo de azúcar o de sal, o cualquier cosa que tenga un clic donde veas al problema”.

(EN EL AUDIO, LA ENTREVISTA COMPLETA).


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