“Majo” se comunicó con su pareja y volvería a Ushuaia este lunes
Luego de que Daniel Veizaga, pareja y padre de los tres hijos de María José “Majo” Molina radicara una denuncia de paradero de la mujer, de la que dijo no tener noticias de ningún tipo desde hacía cinco días, se inició una inmediata investigación policial en Tierra del Fuego, en Buenos Aires y en Mendoza, que arrojó resultados positivos a las pocas horas. “Majo” se comunicó con su pareja y volvería a Ushuaia este lunes, según publicó el esposo en Facebook.
Veizaga había relatado que el 16 de julio acompañó a su mujer al aeropuerto Islas Malvinas en Ushuaia, para despedirla ya que emprendía un vuelo a Buenos Aires para después continuar el viaje en colectivo a Mendoza.
Ambos intercambiaron mensajes hasta el día 19 de julio, cuando “Majo” habló con él por última vez aunque continuó enviando mensajes por WhatsApp a otras personas hasta el 21, según se pudo verificar en el estado del teléfono.
Dado que Veizaga la llamaba una y otra vez y ella no le contestaba, alarmado, decidió acercarse a las dependencias policiales para radicar una denuncia de paradero.
Simultaneamente, las redes sociales estallaban con cadenas de pedido de noticias, con la foto de María José.
Fue el viernes último cuando alrededor de las 13.50, la mujer se comunicó telefónicamente con su pareja para decirle que se encontraba en perfectas condiciones y que regresaría a Ushuaia este lunes 30 de julio. Molina también debió acercarse a la comisaría más cercana a su lugar de residencia temporal en Buenos Aires para acreditar con su documentación que se trataba de la persona buscada y que se encontraba en buen estado.
De esta manera terminaba un hecho que causó gran conmoción en los familiares y amigos de la scout de la Agrupación Nuestra Señora de las Nieves, en donde es conocida como “Nutria Jovial”.
Luego de la aparición con vida de María José, su pareja adhirió en su Facebook a un pensamiento que puso de relieve que en realidad lo que ocurrió fue un problema familiar, de índole estrictamente privada, que deberá ser resuelto dentro del hogar, en el que conviven con sus tres hijos.
En una entrevista brindada a la prensa el pasado jueves, Veizaga había dejado deslizar algunos datos que permitieron pensar que se estaba ante una crisis de pareja y no ante un hecho de inseguridad que pudiera haber damnificado a la mujer. Consultado sobre la demora en realizar el pedido de paradero respondió: “Es que con mi señora a veces cuando viajo o pasamos un momento distante, pasamos 2 o 3 días sin comunicarnos y después hablamos lo más normal”.