Preocupación por la continua tala y uso de árboles nativos para construcciones clandestinas

La Subsecretaría de Fiscalización y Contralor Urbano expresó la preocupación por la situación y recuerda a los vecinos que no pueden realizarse construcciones sin la debida autorización municipal, máxime cuando éstas alteran los procesos de planeamiento, diagramación y urbanización de muchas familias.

Desde hace semanas la familia Lomastro que habita en el Valle de Andorra, en el sector conocido como Antiguos Leñadores, solicitó autorización para realizar una ampliación, en atención a que manifestaba mantener una situación de hacinamiento familiar. En este marco, y revisando los antecedentes administrativos del caso, se detectó que éstas mismas personas ya habían solicitado una ampliación, que fue autorizada, y al momento de ejecutarse realizaron una segunda vivienda, separada de aquella, ocupando una nueva porción de tierra fiscal. En esa oportunidad ambas construcciones estaban habitadas por esta familia que había repartido a sus miembros en ambas mejoras.

Desde hace unos días, los ocupantes retornaron los trámites de ampliación de vivienda, invocando las mismas causas que en aquella oportunidad (hacinamiento), y nuevamente emplazaron una nueva construcción separada de las otras dos, utilizando troncos y maderas de los árboles del propio sector. Al concurrir al lugar se observó que tendrían “loteado y reservado” diferentes espacios para esa y otras construcciones, sin reparar en las indicaciones municipales. En este contexto, el día viernes por la tarde debió realizarse el desarme de la estructura de piso existente que originaría una tercera vivienda. Esto se hizo con presencia policial, de la Cooperativa y de personal municipal, ya que habrían utilizado la posibilidad de ampliar y mejorar la casa existente como excusa para valerse de ingresar materiales y erigir una nueva casa de unos 12 metros x 10 metros.

Finalizado el desarme un hombre de apellido Parra, quien se identificó como el dueño increpó al único personal femenino municipal que se encontraba en el lugar, profiriéndole amenazas y exclamando que el terreno era suyo, desde el emplazamiento de la antena de cable hasta el inicio del bosque. En consecuencia se le informó al Sr. Parra que no se admiten ocupaciones irregulares, que habían recibido autorización sólo para ampliar, que ya habían realizado una segunda vivienda y que la zona indicada se trata de tierras de la comunidad, sometida a un proceso de planeamiento, diagramación y urbanización que también pueda dar soluciones a otras familias.

Tras estos hechos las actuaciones administrativas se encuentran sometidas al cruce de datos para evitar nuevos inconvenientes.