Trabajó en la Antártida un año y fue una inolvidable aventura

Rodrigo Fornerón, joven riograndense y estudiante de ingeniería Electrónica, regresó luego de trabajar un año en la Antártida, donde realizó labores de mantenimiento de equipos. Compartió sus experiencias extremas y la importancia de vivir esta aventura única. Ahora regresó a Córdoba para retomar sus estudios universitarios y fue entrevistado por AIRE LIBRE FM.
El entrevistado comenzó señalando que “no era una beca, era una convocatoria abierta para el puesto, ahí se abre a nivel nacional todos los años, principios de año. Bueno, yo apliqué a la convocatoria y pasé todas las etapas de selección.
En la Antártida desarrollé tareas de Técnico científico, estábamos a cargo de las reparaciones del instrumental científico, todos los equipos de medición”.
¿Cómo llegaste a decidir, quiero convocar y quiero irme a la Antártida?
“La aventura, me llegó la convocatoria, mi viejo me la había mandado en su momento y bueno, la aventura más que nada y la experiencia. Estuve a cargo del laboratorio, como encargado del laboratorio en la Base Belgrano 2. Además hubieron otros estudiantes, éramos 12 que también fueron a vivir esta experiencia en las distintas bases que hay en Antártida actualmente, permanentes”.
¿Cómo fue esta experiencia?
“Una locura, la verdad es otra cosa, es otro mundo literalmente, porque particularmente la base Belgrano 2, tiene la característica de que tiene la noche polar, que son 4 meses de noche sin luz directamente, y en verano 4 meses de día absoluto, donde el sol da vueltas en círculo, así que es otra cosa”.
Me imagino que también esos 4 meses de noche también se hace difícil.
“Sí, porque tenés las condiciones más extremas, los vientos y la temperatura por ahí más fría, y estar mucho más aislado en ese sentido. En su momento estaba estudiando la carrera de Ingeniería electrónica, y actualmente estoy cursándola”.
¿Cómo fue esa experiencia como técnico científico en la Antártida?
“En principio era hacer el mantenimiento de los equipos, nosotros estábamos a cargo de todo lo instrumental del laboratorio. En primer medida, la base, ese laboratorio en particular, tiene la característica de que se centra en el estudio de ciencia de la atmósfera. Y eso conlleva que todos los equipos de medición electrónicos se centren en mayor medida en esa base. Entonces por ahí lo nuestro era hacer mantenimiento, armar, desarmar, arreglar, y bueno, el envío y el procesamiento de los datos a los jefes de proyectos”.
Cuando estabas haciendo todos los trámites para poder ser evaluado y participar de esta convocatoria, también tuviste tu paso con la psicóloga que era quien realizaba algunos estudios para ver también si se soportaban las condiciones específicas que tiene la Antártida. ¿Las pudiste soportar? ¿Llegó un momento que te quisiste volver?
“Sí, uno extraña, uno extraña siempre estar lejos, te das cuenta que estás en un lugar muy aislado, no tenés presencia de nadie, no tenés visitas. Nosotros la base lo que tenía era que tenías 600 metros a la redonda para poder pasear y nada más. Llega un momento en que necesitas desconectar, se torna una secundaria por así decirlo, y bueno, la convivencia se pone complicada.
Ahí es cuando uno más extrañado quería volver a la casa”.
¿Cómo es el día a día? ¿Cómo era tu rutina de un día en la Antártida?
“Primero arrancábamos a las 7 del desayuno, teníamos el desayuno de 7 a 8. Era más para la parte militar, pero nosotros participábamos igual. El tema de qué actividades había en el día, y después era estar en el laboratorio, estar al tanto de los equipos, hacer mantenimiento rutinario.
Y por ahí sí había, bueno, los jueves nosotros teníamos que ir a picar hielo. Esa base tiene la característica también de que no tiene agua en estado líquido. Es necesario sí o sí ir a una cantera a picar hielo, y bueno, ese hielo después se derrite.
El llenar los derretidores sí era necesario que se hacía todos los días, y el picado de hielo solamente los viernes. Llenábamos unos trineos y juntábamos para la semana”.
¿Cómo es la alimentación? ¿Cómo fue ese tema? Porque muchas veces se habla que se trata de cuidar los alimentos que tienen en las distintas bases.
“Por lo menos ahora como estudiante, es un lujo. Lo extraño. Nada, se cuida mucho, hay una médica a cargo que es la que trabaja de la mano con nutricionistas acá en el continente, y se planifica todo lo que es la dieta y las comidas”.
(EN EL AUDIO, LA ENTREVISTA COMPLETA).
() Aire Libre FM 96.3: