Una vida que comenzó en Puerto Almanza y continúa en Ushuaia

En el marco del aniversario de Ushuaia, tuvimos la oportunidad de conversar con María Magdalena Paveiz Galvez, una vecina nativa de la ciudad con profundas raíces en la historia de la región. Nacida en Puerto Almanza, María Magdalena ha sido testigo de los cambios y transformaciones que ha vivido Ushuaia a lo largo de los años. En esta entrevista, nos comparte sus recuerdos, experiencias y su visión sobre el crecimiento de la ciudad, además de rendir un emotivo homenaje a su padre, uno de los pioneros en la construcción de los primeros caminos de la zona.

-AIRE LIBRE FM- dialogó con una vecina nativa de Ushuaia, María Magdalena Paveiz Galvez, quien nació en Puerto Almanza y tiene muchas historias para compartir. En esta charla, nos cuenta cómo ha cambiado la ciudad desde su infancia hasta la actualidad.

 

“Muchísimos cambios he visto”, comienza diciendo. María Magdalena recuerda cómo, siendo solo una niña, su padre la llevó a Ushuaia después de haber nacido en Puerto Almanza. Su padre, Robinson Pávez, trabajaba en Vialidad y fue uno de los pioneros en la construcción de los primeros caminos de la ciudad, incluido el paso Garibaldi, junto a otros trabajadores como don Navarro y don Oyarzún. “Yo iba con mi papá a las rutas, a los campamentos. Él dinamizaba las rocas y yo lo acompañaba con nuestro perro Negro. Fue una infancia muy vivida.”

 

A pesar de haber sido registrada oficialmente en Ushuaia cuando era muy pequeña, su memoria de Puerto Almanza está marcada por las historias que le contaron sus padres. “Mi papá fue uno de los primeros en trabajar en la construcción de los caminos aquí, cuando solo había herramientas rudimentarias.”

 

Al preguntarle sobre los cambios que ha visto en la ciudad, destaca el paso de caminos de tierra a las calles pavimentadas y cómo la nieve siempre ha sido un factor importante en la vida de Ushuaia. “Antes, las máquinas de Vialidad tenían que salir a abrir los caminos por las nevadas. Hoy es distinto, aunque sigue habiendo nieve, claro.”

 

Sobre la evolución de Ushuaia, María Magdalena subraya cómo ha crecido la población y la diversidad de sus residentes: “Hoy veo una ciudad próspera, llena de gente que llega de todas partes y que eligen este lugar por muchas razones. Es una ciudad que sigue creciendo.”

 

Cuando se le pregunta si alguna vez pensó en dejar la ciudad definitivamente, responde que ha salido de Ushuaia varias veces por distintas circunstancias, pero que siempre regresa. “Esta es mi tierra y me tira, sobre todo cuando nieva. No sé si terminaré aquí, eso solo lo sabe Dios.”

 

Finalmente, comparte un mensaje para los nuevos residentes de Ushuaia: “Les diría que cuiden y respeten este lugar, que lo abracen como su hogar, porque realmente se vive bien aquí, a pesar de las dificultades que pueda haber.”

 

María Magdalena se despide con un emotivo saludo a su padre: “Somos el legado de nuestros padres, y quiero mandarle un beso al cielo y un abrazo a mi querido papá que forjó también los caminos de esta tierra.”

 

Con estas palabras, María Magdalena Paveiz Galvez nos deja una reflexión sobre el pasado, presente y futuro de Ushuaia, una ciudad que sigue creciendo y prosperando.

 


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